Doctrinas Fundamentales de las Sagradas Escrituras
Capítulo 4
A. Doctrina
en las Escrituras.
1. Importancia del Espíritu
Santo.
Los
seres humanos cualquiera que sea si no nace en un hogar donde se le enseña el
amor de Dios y su salvación, anda sin dirección. Aun así, la obra del Espíritu
Santo es guiarlo a toda verdad. Desde el mismo momento que un mensajero de Dios
habla a una persona, está presente el Espíritu Santo para guiarle a toda la
verdad.
El
desconocimiento de Dios Eterno y de su Espíritu Santo causa muchos estragos en
la vida de una persona. Si pudiéramos entender al Espíritu de Dios. Pudiéramos
conocer y entender a Dios y todo lo relacionado a su plan de redención con su
Hijo para la vida del hombre. Desde el principio en las Escrituras vemos a Dios
hablando al hombre y guiándole. ¡Cómo! con su Espíritu y por su palabra.
Dios
está presente con su Espíritu en todo lo que hagamos. Desde nuestro nacimiento
nos guía hasta creer en Jesucristo, y nos sigue guiando; debemos buscar su guía
y su dirección, su presencia, y su iluminación para entender toda verdad en su
palabra y para guiarnos a todo lo que emprendamos para poder hacer su voluntad.
Es
de suma importancia comprender a El Espíritu Santo. Unido al Padre y al Hijo.
Ninguno se puede separar, ninguno se puede alejar en sus funciones y
decisiones. Todos ejercen la voluntad en Unidad. Son unidos en todo lo que pertenece a la
relación Padre, Hijo, Espíritu Santo. La
Deidad es una sola. Las decisiones son tomadas en unidad esencia, sustancia y
voluntad.
Cuando
el Padre ejecuto el plan de la creación estaban presentes en unidad para
realizar la voluntad de crear. Cuando creó al hombre se dice: hagamos, dando a
entender que estaban presente en unidad y voluntad. Cuando confundieron las
lenguas se dice y se escribe, descendamos, dando a entender la unidad en hacer
una voluntad. Ge 1:1-2,26; 11:7.
En
este sentido, tratar al Espíritu Santo de una forma independiente, no es lo
correcto, es una unidad, para hacer la voluntad de una unidad que planifico,
ejecuto y descanso de su trabajo, enviando su Espíritu Santo para guiarnos a
toda verdad. Tratar de operar en la obra de Dios, de predicar su evangelio y
todo lo concerniente sin su Espíritu. Es tratar de hacer su obra sin el mimo.
Por
otro lado, desconocer la obra del Espíritu Santo es otro peligro inminente.
Porque es tener su Espíritu sin saber qué hacer con él. El Bautismo del
Espíritu Santo es algo maravilloso en un creyente, pero entender su obra en
cada creyente es más que maravilloso. De igual forma el sigue guiando a su
pueblo. Lo importante es poder hacer caso a su voz. Entender su lenguaje.
Desde
el momento que creemos, es por la obra del Espíritu Santo, Él lo hace en
nosotros. Porque Jesucristo ya ejecuto su obra salvadora y Dios descanso de su
Obra. Y el encargado de hacerla conocer y revelarla es su Espíritu Santo, unido
a su palabra. La cual es Cristo mismo. De manera que no podemos tener el
Espíritu y no leer su palabra. Porque su Espirita nos va a guiar a toda la
verdad solo a través de su palabra.
En
este sentido, Dios nos amalgama a él, solo a través de su Palabra, porque ella
es Espíritu y es verdad. No podemos sentirnos lleno de su Espíritu si no leemos
su palabra, si su palabra no está morando en nosotros. Porque no vemos nada,
pero leemos, y ella nos confronta con el Padre y con El Hijo y su Espíritu y
nos revela su Verdad ya Escrita.
De
tal manera que es sumamente necesario tener una relación íntima con el Padre y
con el Hijo a través de su Palabra que nos la revela solo el Espíritu de Dios.
A medida que nos comunicamos con Dios a través de la oración, único medio que
tenemos para comiscarnos. Y la unidad correcta es saber que nos escucha a
través de su Hijo que nos une a su Espíritu. Es El Padre en Cristo y Cristo en
nosotros a través de su Espíritu.
Por
tal razón mantengamos la Unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Dios
planifico un plan de creación y también de salvación. Pero no lo hizo solo, ni
nos dejó solo. Jesucristo ejecuto el plan y no nos dejó solo. Nos dejó su
Espíritu. Muchas veces nos sentimos solos. Es porque desconocer a su Espíritu
que está de nuestro lado.
2. En las Escrituras.
El
Espíritu de Dios mencionado en el Antiguo Testamento no es distinto al Espíritu
Santo del Nuevo Testamento. En Antiguo Testamento al Espíritu de Dios, que se
movía sobre la faz de las aguas, sin más explicaciones o introducción alguna.
En concordancia tenemos una revelación progresiva en la Biblia cada vez más
clara en el Nuevo Testamento del Espíritu Santo. Culminando en Apocalipsis que
lo menciona en su último capítulo.
En
toda la escritura 23 libros del Antiguo Testamento lo mencionan. Así también
Todos los libros del Nuevo Testamento, salvo la epístola de Filemón y 2 y 3
Juan que no mencionan a la persona del Espíritu Santo de una manera directa.
Ejemplo el versículo 1:6, que dice todo el bien que está en ellos por Cristo
Jesús, refiriéndose al Espíritu Santo.
También
dice que han sido confortados los corazones de los santos, Fil 6,7. Esto solo
sucede por el Espíritu Santo. Ya que nadie puede llamar a Jesús Señor sino por
el Espíritu Santo y él es él que consuela, conforta. Como lo Escribe el apóstol
en la carta a los corintios. 1 Cor 12:3.
La
presencia del Espíritu de Dios; es descrita en el libro de Job, el Escrito más
antiguo, menciono no solo que el Espíritu de Dios lo hizo, sino que el soplo
del Omnipotente le dio vida, resaltando el poderío de Dios y de su Espíritu.
Job. 33:4. En Isaías 30:1; advierte hay de los hijos que se apartan y se
colocan cubierta, no de mi Espíritu.
Dios
comienza su obra creadora diciéndonos que su Espíritu se movía sobre la faz de
las aguas. Gen 1:2. El Espíritu de Dios ejecutando su palabra en la formación
de los océanos y mares y de todas las aguas existentes sobre faz de la tierra.
Fue El Espíritu de Dios creando junto a Dios, cuando por su palabra el cual es
Jesucristo, fueron ordenados y establecido cada cosa en su lugar. Prov. 8:30.
Dios lo refiere esta verdad también en Job cap. 38
En
su sabiduría e inteligencia Dios ordenaba por su Espíritu todo. Prov. 8:30. En
el principio Dios ordenaba hacer todas las cosas y la palabra creadora que es
Jesucristo, el Hijo de Dios ejecutaba por el Espíritu Santo la orden de Dios
Padre. Por él fueron creadas todas las cosas, y sin el nada de lo que ha sido
hecho fue hecho. Juan 1.1-3.
En
este sentido el salmista nos dice que por la palabra de Dios fueron hechos los
cielos y la tierra, por el soplo de su boca. Salmo 33:6. Dando entender que
esta operación o ejecución de la palabra de Dios, de su voluntad creadora fue
realizada por su Espíritu. Jesús se refiere al Espíritu como por el dedo de
Dios, el hacia la obra de Dios de liberar al cautivo. Luc 11:20. También Faraón
se refirió al dedo de Dios, refiriéndose al Espíritu de Dios, como el ejecutor
de las cosas, cuando Dios envió plagas de piojo a Egipto. Ex 8:19.
En
este mismo orden Moisés también escribe que por el dedo de Dios fueron Escritas
las Tablas del Testimonio de la Ley. Eran tablas escritas con el dedo de Dios,
que Dios se las había entregado a Moisés para enseñar al pueblo. Refiriéndose
también a la ejecución de la palabra de Dios por el Espíritu Santo. Ex 31:18.
Dt 9:10.
Dada
la importancia del Espíritu de Dios, desde el principio; no el principio que
nos imaginamos en la relación a lo existente, sino siempre Eterno. El Espíritu
Santo merece nuestra atención.
En
el nuevo testamento Juan principia la narración de la Escritura del Evangelio,
hablándonos claramente que la palabra es Jesús, que sin el nada de lo que sido
hecho fuese. El Eterno creador, vino a este mundo y se hizo semejante a los
hombres. Juan 1.1-3. El Hijo siempre
desde el principio de la creación, al igual que su Espíritu.
En
este orden encontramos que uno de los grandes temas del discurso de despedida
de Jesús a sus discípulos en el aposento alto fue el Espíritu Santo. Jesús
cuando resucita les recuerda la promesa del Padre a sus discípulos, esta
promesa anunciada por el Padre a los profetas. Era la promesa de ser investidos
de poder desde lo alto. Promesa dada por medio del Profeta Ezequiel 36:25-27;
39:29; Isaías 44:3; Zac 12:10; Joel 2:27-28, 28-29; Ha 2:5; en Proverbios 1:23
Promesa
que sus discípulos reciben 10 días después de su partida al cielo, en el
aposento alto. Jesús les dijo que se quedaran en Jerusalén hasta que recibieran
la promesa. El día que se celebraba la fiesta del pentecostés 5o días después
de la pascua, lo reciben. He 2:1-4. El Espíritu que estaba sobre el Mesías. Isa
42:1; 61:1; Luc 4:18. Y que solo él lo podía enviar después de su
glorificación. Juan 7:39; Luc 24:49; He 1:2-4
La
palabra de Dios sin el Espíritu de Dios es inerte, ella es la espada del
Espíritu de Dios. La Biblia es dirigida como una espada por el Espíritu para
aclarar el entendimiento y comprender la voluntad de Dios para la humanidad.
Efe 6:17 b. El Apóstol en el Nuevo Testamento confirma, con este indicativo,
que Dios es uno. En Unidad de operaciones. El Espíritu Santo por tanto debe
estar presente en nuestras vidas, para ejecutar toda la obra de Dios. Así como
lo tuvo en el principio. Entendiéndose que por la palabra de Dios fueron hechas
todas las cosas.
El
Apocalipsis nos narra un versículo especial sobre el Espíritu, refiriéndose al
Espíritu de Dios Santo; y la esposa, refiriéndose a la iglesia, dicen: ven;
refiriéndose a que venga Jesús. Y el que
oye, diga: Ven. Y el que tiene sed,
venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente. Ap. 22.17.
2.1. En la Revelación e
Inspiración de las Escritura.
Toda la Escritura fue Inspirada por el Espíritu
Santo. Y nunca fue traída por voluntad humana. 2 Tim 3:16; 2 Pe 1:21. Fue
enviada a escribir por voluntad de Dios e inspirada por su Espíritu; para que
los santos hombres de Dios la escribieran, preservaran y guardarán. Es tanto
así que hoy en día han permanecido sus escritos, por el magnífico Espíritu de
Dios, quien la preservo de errores, en cuanto a doctrina fundamental se
refiere; a pesar de la variedad en las traducciones de las Escrituras en
diversas lenguas.
En
las Escrituras aparecen términos que denotan su revelación Divina e inspirada
por su Espíritu, tales como: Para que mi nombre sea anunciado en toda la
tierra. Ex 9:16. Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia
la obra de sus manos. Sal 19:1. De igual forma cuando Dios la envió a Escribir
fue para memoria. Ex 17:14. Y también porque su palabra se cumpliría conforme a
los pactos que Dios hizo con su pueblo Israel. Ex 34:27
Los
profetas escribieron las visiones que por el Espíritu de Dios le anunciaba los
acontecimientos del porvenir. Ez 37:1. El Espíritu de Dios especificaba que
deberían escribir en un rollo de libro, todas las palabras que le había dado,
para su permanencia, y legalidad, a pesar de que fueron también quemadas, las
volvió a enviar a escribir, porque eran fueron inspirada por su Espíritu. Jer
36:5, 28. Escribieron todos los escritos desde Génesis hasta apocalipsis por
inspiración del Espíritu Santo. Apo 1:19
2.2. En el Antiguo Testamento.
a.
En el principio se movía sobre la faz de la tierra. Gen 1:2 b
b.
Contendía con el Hombre. Gen 6:3
c.
El Espíritu de Dios dio sabiduría, inteligencia, en ciencia y en todo arte. Ex
31.3
d.
El Espíritu de Dios vino sobre Zacarias y exhorto. 2 Cr 24:20
e.
Job reconoció que el Espíritu de Dios lo hizo y le dio vida. Job 33:4
f.
El Espíritu de Dios hizo que Ezequiel viera visiones. Ez 11:24
g.
El Espíritu de Jehová lleno a Miqueas para denunciar el pecado. Miq 3:8
2.3. En los Siervos.
2.3.1. En los profetas.
Moisés
después de haber orado a Dios, por las impertinencias del pueblo de Israel,
Dios le dijo: que pondría del Espíritu que había en él y lo colocaría en los 70
hombres ancianos, para que llevaran juntamente con él la carga. Núm 11:25
Y
descendió Dios y así sucedió y profetizaron, por esa única vez, ya que el
Espíritu no era permanente. Solo con el propósito de que el pueblo entendiera,
los ancianos profetizaron.
Encontramos
a Moisés en el libro de Deuteronomio, quien es su autor y presenta una de las
más importantes profecías del Mesías. Dt 18:15. Y este libro le recuerda a la
gente como Dios había estado guiándolos con su Espíritu, desde los tiempos del
cautiverio en Egipto.
Es
notable visualizar que los líderes y profetas destacados en la antigüedad
fueron guiados por el Espíritu; como Moisés, que hablo cara, cara con Dios. Ex
33.11; Elías que oyó la voz de Dios. 1 Reyes 19.13; Elías fue de un lugar a
otro, por el Espíritu, para cumplir los propósitos de Dios.
También
recibían la presencia del Espíritu Santo, y por este profetizaban y hablaban al
pueblo. Los más notables hechos lo encontramos en el libro de Ezequiel. Afirma
que el Espíritu de Dios vino sobre él y le dijo lo que hacia la casa de Israel.
Ez 11:5.
Y luego el Espíritu lo lleva a una visión, la que
posteriormente muestra a los cautivos. 11: 24-25. Y de esta forma una
interesante visión del valle de los huesos secos. 37. Y en contraste, la
renovación del Espíritu en su pueblo para que conozcan y honren a Dios. 36
2.3.2. En los
sacerdotes.
En
los sacerdotes también venia el Espíritu de Dios. Para hablar a los reyes y al
pueblo. 2 Cr 15:1. Y escogió a Samuel recibe palabra de Dios, sin aun conocer a
Jehová, ni su palabra. Dios le habla a través de su Espíritu. 1 Sam 3:7-9
2.3.3. En los Jueces.
Es
interesante observar que Dios le indica al mimo Josué, que como estuvo con
Moisés, estará con él, no lo dejará ni lo desamparará. Le pide que se esfuerce
y sea valiente, y cumpla la ley y que no se aparte de ella. Josué 1:5.7.
En
este sentido es así que se derrumban los muros de Jericó y el sol y la luna se
detienen, solo por el poder del Espíritu Santo, al mandato de Josué. Jos 6:20;
10:12; Por supuesto que fue por fe como nos indica Hebreos 11:30, pero por su
Espíritu. Jesús también les indica a sus discípulos que guarden sus
mandamientos para manifestarse en él. Es decir: el que guarda sus mandamientos.
Jua 14:21.
El
pueblo de Dios, creían que eran los Jueces que lo dirijan, no entendían que
Dios quería guiarlos por su Espíritu. Y que era su Espíritu que dirigía a los
jueces. A pesar de esto, el Espíritu estuvo presente en los jueces, para
ejecutar su liderazgo delante del pueblo de Dios. Y de esta manera poderlos
guiar Dios.
Los
heroicos Jueces Otoniel, Gedeón, Jefté y Sansón, no hubiesen logrado sus proezas,
si el Espíritu de Dios no estuviera sobre ellos.
El
Espíritu de Dios vino sobre Otoniel y le hizo capaz de librar a los israelitas
de la mano del rey de Siria. Jue. 3.10. Los israelitas también por la presencia
de su Espíritu, fueron librados de los abiezeritas por las manos de Gedeón. Jue
6:34.
Debe
señalarse también que Dios doto a Jefté con su Espíritu, y entrego en sus manos
a los amonitas y así fueron sometidos por los israelitas. Jue. 11.32-33. Y
luego la fuerza y el poder de las hazañas de Sansón fueron de parte de su
Espíritu, para poder pelear contra los filisteos.
2.3.4. En los Reyes.
El
autor de importantes canticos que aparece en los salmos, fue el Rey David, el
cual Dios ungió con su Espíritu, para ser no solo Rey, sino profeta y salmista.
Por supuesto siendo inspirado por el mismo Espíritu, en la composición de gran
parte de los salmos.
Este
siervo de Dios, como todo hombre cometió graves errores que le costaron
terribles consecuencias, que aún se menciona, para denotar su personalidad
pecaminosa, para hacernos entender su humanidad.
Sin
embargo, él fue el mismo que dijo no quites de mi tu Santo Espíritu. Sal
51:11-12. Sabiendo el Rey David la importancia que este tenía para su vida. Y
escribió también vuélvame el gozo de tu salvación, refiriéndose al Espíritu de
Dios.
Luego
en su continua plegaria, que muestra en sus canticos, reconoce: a donde me iré
de tú Espíritu y de tú presencia, luego pide al buen Espíritu de Dios que lo
guie. Sal 139.7, 143.10.
2.4. En El Hijo de Dios. Jesús.
a.
Concebido por el Espíritu Santo. Mat 1:18
b.
Fue llevado por el Espíritu al desierto. Luc 4:1
c.
En el bautizo de Jesús. Luc 3:22
d.
El Espíritu de Dios estaba sobre El. Isa 61:1; Lucas 4:18
e.
Echo fuera los demonios por el Espíritu de Dios. Mat 12:28
f.
Jesús nos Bautiza en su Espíritu Santo. Mat 3:11; Luc 11:13; Jua 7:39
g.
Resucito por el poder de su Espíritu Santo. Rom 1:4
2.5. En el libro de los Hechos.
2.5.1. La promesa del Espíritu Santo recordada y prometida por Jesús.
a.
Dio mandamiento a los discípulos. 1:2
b.
Promesa esperada del Padre. 1:5
c.
El poder de Dios recibido por su Espíritu. 1:8
2.5.2. Cumplimiento de la promesa en el Pentecostés.
a.
La promesa del Padre recibida y son Llenos. 2:1-3
b.
Manifestación del Espíritu Santo. 2:4
c.
La promesa del Padre anunciada en Joel. 2:28; 2:17
d.
La promesa recibida vista y oída. 2:33
e.
Por medio de su Espíritu se hacían señales y grandes milagros. 8:13
2.5.3. En la iglesia.
a.
Pedro lleno habla con denuedo y defensa.
4:8,31
b.
Pedro lleno Discierne la mentira de Ananías. 5:3,9
c.
Es dado a los que obedecen a la fe en Cristo. 5:32
d.
Llenos de su Espíritu hacen el trabajo de su obra. 6:3
e.
El corazón del hombre resiste al Espíritu.
7:51
f.
Oran para recibir el Espíritu Santo. 8:5
g.
Recibieron también el Espíritu por imposición de las manos. He 8:17
2.5.4. Su Poder en la iglesia.
a.
Ordena para explicar la palabra. 8:29
b.
Dirige para anuncia el evangelio. 8:30-40
c.
Habla a Pedro. 10:10
d.
Pedro en el concilio habla de la Obra en Jesús. 10:38
e.
Bautiza mientras oían a Pedro en el concilio. 10:44
2.5.5. Su Poder en la iglesia bautizando,
llenando y guiando.
a.
Bautiza también a los gentiles. 10:45-48
b.
Habla con Pedro para ir sin dudar a los gentiles. 11:12
c.
Pedro recuerda lo prometido por el Señor. 11:16
d.
Bernabé lleno habla y se agrega una multitud. 11:24
e.
Dios muestra el llamado de Bernabé y Saulo. 13:2
f.
Los discípulos permanecían Llenos de su gozo. 13:52
g.
Prohíbe hablar la palabra en Asia y Bitinia.
16:6-7
h.
Les recuerda el Bautizo y lo reciben. 19:2-6
i.
Dice a Pablo lo que le espera por los judíos. 20:23
3. La Obra del Espíritu Santo.
3.1. La promesa del Espíritu
Santo.
a. Derramarlo para hacerles saber su
palabra. En Proverbios. 1:23
b.
Santificar su Nombre. Para que le obedezcan. Profecía de Ezequiel. 36:23; 39:9
c.
Derramarlo sobre toda carne. Profecía de Joel. 2:28-29
3.2. La promesa después del
advenimiento del Mesías.
a.
Juan lo anuncia en el evangelio. Jua 1:33; Mat 3:11; Jua 7:39
b.
Jesús ruega al Padre para enviarla. Lucas 24:49 a
c.
Jesús mando a esperarlo. Luc 24:49 b; Jua 14:26; He 1:2
d.
Jesús le dice que tienen que pedirlo al Padre. Luc 11:13
e.
Que el Espíritu Santo hablara en su defensa. Marc 13:11; Luc 12.12
3.3. El cumplimiento de la
promesa en los discípulos.
a.
Los discípulos lo esperaron. He 1:1-5
b.
Jesús les dijo que le daría el poder para testificar. He 1:8
c.
Se cumplió el día de pentecostés. He 2:1-4, 5-11, 33
d.
Pedro les dijo que se bautizaran y se arrepintieran. He 2:38
e.
A los judíos, para recibir el don del Espíritu Santo. He 2:3-39
f.
En nombre de Jesucristo porque lo negaron. He 2:38
g.
Hablaron con denuedo la palabra. He 4:31
3.4. La obra en los discípulos.
a.
Desde el vientre de la madre. Gal 1:5
b.
Contiende, redarguye. Gen 6:3; Jua 16:8-9
c.
Salva. Tito 3:5
d.
Sella para la redención. Efes 1:13-14; Jua 14:23
e.
Guía a toda la verdad. Juan 15:26; Y los guía. Rom
8:14; Gal 5:1
f.
Santificación. Rom 15:16; 1 Cor
6:11; 1 Pe 1:2; 1 Co 3:16
g.
Perfecciona. 1 Te 5:23; 1 Jua 2:5; 4:12; Jua 17:23; Heb 12:23
3.5. La Obra en el Mundo.
a.
Anunciar como testigo la obra de Cristo. Mat 28:19-20
b.
Anunciar con poder para conocer la obra de Cristo. He 1:8
c.
Glorificar a Jesús. Juan 16:4; He 21:20; Rom 1:21; Apo 15:4
d.
Redarguye de pecado, justicia y juicio. Juan 16: 8
e.
Habla para el que quiera oír y el que no quiere oír. Ez 3: 27
3.6. Obra en la creación.
Renueva
la faz de la tierra. Sal 104:30. El
Salmo 104:30 nos habla, aparte de deberle nuestra creación a la Unidad Divina
en El Espíritu. También renueva la faz de la tierra. Dios alimenta lo que crea.
Así, pues, los adoradores de Dios antes de la venida del Hijo de Dios,
Jesucristo, estaban totalmente convencidos de que Dios tenía algo que ver con
el crecimiento y maduración de los cereales. Una buena cosecha se la atribuían
a Dios: “Él hace producir el heno para las bestias, y la hierba para el
servicio del hombre, sacando el pan de la tierra”. Salmo 104:14
3.7. Obra en la
Iglesia.
a.
Se recibe cuando se cree en Cristo. He 19:2; 4:33
b.
Fortalece para hablar y seguir obrando en Dios. He 9:31
c.
A través de sus discípulos continúa sanando. He 3:6, 8,4:22
d.
Descubre los planes de mentira del diablo. He 5:3
e.
Libra a los atormentados de espíritu. He 5:15-16
f.
Continúa haciendo la obra de Jesús. He 5:14; Mat 28:19-20
g.
Edifica a la iglesia. He 2:17-18
h.
Habla con denuedo. He 4:13; 29; 31; 13: 46; 14:3;
i.
Guía a toda la verdad He 18:26; Jua 16:13; Sal 48:14
3.7.1. La obra
en la Iglesia, escrita en las cartas apostólicas.
a.
Derrama el amor de Dios. Rom 5:5
b.
Da testimonio a la conciencia. Rom 9:1
c.
Es justicia, paz y gozo en creer. Rom 14:17; 15:13
d.
Pureza, ciencia, bondad. 2 Cor 13:14
e.
Testificar, señales, prodigios, milagros, y repartirlo según su voluntad. Heb
2:4
3.7.2. El
Fruto. Gal 5:22; Efe 5:9
3.7.3. Los
Dones. Para la edificación. 1 Cor 12:8-11
3.7.4. Ministerio. Efe 4:11-13
a.
Consuela. Isa 66:13; 2 Cor 1:4
b.
Maestro, enseña. Heb 8:11; Jua 14:26
c.
Llenura. Efe 5:18
d.
Renueva. 2 Cor 4:16
e.
Plenitud. Efe 3:19; Isa 45:1-2
3.7.5. Su propósito.
a.
Hacer que obedezcan a Dios. Heb 10:15-16
4.
Unidad.
a.
Unidad en la Divinidad. Juan 17:5, 21
b.
En el creyente. Jua 17:17-21
c.
En la iglesia. Jua 17:22-23
d.
Señales de su manifestación. Mar 16: 17; Rom 15:19; 2 Cor 12:12; Heb 2:4
5. Control. Jua 17:24-26
El
Espíritu Santo es sumamente importante desde el momento que creamos hasta la
posición adquirida de nuestra herencia total en la redención en Cristo. Efe
1:13. Cristo no nos dejó solo, nos dejó a su Espíritu Santo para ayudarnos,
consolarnos, guiarnos y controlarnos para que busquemos su reino. Juan 14:26. Y
por eso Jesús nos dijo que era necesario que viniese para poder ayudarnos a
seguirlo.
6. Bautismo.
El
Bautismo en el Espíritu Santo. Se refiere a llenarse de Dios. Jesús les anuncio
a sus discípulos que era necesario que fuesen investidos del Espíritu Santo.
Antes de El marcharse a la diestra de Dios. Como ya hemos visto.
a.
El soplo y le dijo recibid el Espíritu. Jua 20:22-21
b.
Pero luego vemos que les dice: esperen en Jerusalén. Luc 24: 49
c.
Hasta que sean investidos de su poder para poder ser sus testigos. He 1:8; 2: 4
c.
También les dijo que El Espíritu Santo estaría en ellos y con ellos. Jua 14:17
d.
Estaban llenos del Espíritu Santo, nos dice; el Libro de los Hechos. He 13:52
De
esta forma entendemos que el Bautismo del Espíritu es la presencia de Dios,
necesaria para ser sus testigos, redarguye al hombre de pecado, y da el poder
para hacer la voluntad de Dios y ministrar cada situación que se amerite. Ya
sea de ser sus testigos, enseñar, salvar, sanar, liberar.
En
este aspecto Jesús hizo énfasis en su necesidad, y dijo que estaba con sus
discípulos y estaría en sus discípulos. Dios estaría con nosotros y en
nosotros. Ju 14:17
7. Dones.
7.1. Los Dones del Espíritu Santo.
La
escritura nos indica que Dios mismo constituye los ministerios, y el mismo
reparte sus dones como EL quiere. En el libro de 1 de Corintio 12, encontramos
los dones. Y Efesios 4 los ministerios. Siempre nos indica el Apóstol que
fueron dados para edificar a la Iglesia como cuerpo de Cristo. Efe 4:11. A fin
de perfeccionarlos para la obra del ministerio. Para la edificación del cuerpo
de Cristo. Efe 4:12.
Hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a
un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; Efe
4:14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo
viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con
astucia las artimañas del error, Efe 4:15, sino que, siguiendo la verdad en
amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.
A
través de estos dones, podemos recibir la iluminación para que podamos entender
la palabra ya revelada. Nos recuerda que El Espíritu Santo es uno y solo Él lo
puede hacer. 1 Cor 12:8-11. Nos dice Rom 12:3-21, que teniendo diferentes dones
según la gracia que nos fue dada, estando en paz con todos los hombres. Estos dones son los siguientes:
a.
Palabra de sabiduría. Pro 2; 1-10; 9:1-10; Rom 12:8
b.
Palabra de Ciencia, conocimiento. Pro
2:3-6; 9:10; 24:11-14; Rom 12:7
c. Fe. Heb 11; He 3:16
d. Sanidades. Jer 33:6; He
4:30
e.
Milagros. He 5:12; 19:11, 2 Cor 12.12;
f.
Profecía. 1 Cor 14:3; Rom 12:6 e
g.
Discernimiento de espíritus. Pro 14:1-4
h.
Diversos géneros de lengua. 1 Cor 14:4-5; Marc 16:17; He 2:4; 1 Cor 14:21
7.2. Dones ministeriales.
7.2.1. Apóstol.
Los
apóstoles, fueron todos aquellos que estuvieron con el Señor durante todo su
ministerio. Fueron capacitados directamente por El. Luego son llamados
apóstoles, luego se suma uno más a quien Dios se le aparece en damasco llamado
Saulo, que luego fue llamado Pablo. He 9; 3:12-26
En
este sentido cuando El Señor estaba con ellos se les llama apóstol por primera
vez. Lucas 9:1. El Señor llama a sus discípulos y los inviste de poder, y van y
cumplen las indicaciones del Señor, y después que recibieron el poder y la
autoridad del Señor, son llamados apóstoles. Luc 9:10. Después el Señor comió
la pascua y dio mandamiento a son también llamados apóstoles. Lucas 22:14-15;
He 1:2.
En
esta razón el apóstol es el enviado de Dios. Es el que cumple la misión de
expandir el evangelio en el mundo. Así como fueron los apóstoles; ellos
fundaron diversas congregaciones en el mundo, y a todas estas las edificaban y
dirigían a través de su Espíritu. Los
apóstolos designaron obispos y diáconos en las iglesias. Fil 1.1; 1 Tim 3:8,12,
y también indicaban que fue el Espíritu Santo que los coloco. He 20:28; Tito
1:7; 1 Tim 3:2
7.2.2. Profetas. Los profetas son
enviados a la iglesia para advertir de cual quiero suceso ya sea natural o
sobrenatural que sobrevendrá pronto. Para resguardarlos de un peligro eminente
o para exhortarle para permanecer fiel por medio del Espíritu Santo. He 11:28;
21.10-11
7.2.3. Evangelistas.
Caracteriza a las personas que tienen un ferviente amor por las almas y su
deseo que sean salvos. Ejemplo Felipe. He 21:8; Hay una exhortación a cumplir
el ministerio de evangelista. 2 Tom 4.4
7.3.4. Pastores. Son los encargados de
cuidar por la necesidad espiritual de la congregación, también son llamados
ancianos y obispo. He 20:17; 15:35
a.
Hablan de Dios. Efe 4:11
b.
Velan por sus almas. Heb 13:17
c.
Pastorea y Apacienta, a pequeños y grandes. Juan 21: 16
7.3.5. Maestros.
Los
maestros esclarecen las verdades reveladas, e iluminadas en la palabra por El
Espíritu Santo. Reciben iluminación de la palabra para exponerla. Enseñan todos
los temas relacionados con la verdad. He 5:25; 18:11; 28:31; Tito 1:9, 11; 2:7,
12; 1 Tim 4:13; Col 1:28
B. Especificaciones
Teológicas.
1. Títulos o Nombres.
a.
Espíritu de Dios. 2 Cr 24:20; Rom 8:9
b.
Espíritu de Jehová. 1 Sam 16:13
c.
El Santo Espíritu. Isa 63:10
d.
Espíritu Santo. He 11:24
e.
Espíritu de Cristo, Jesucristo. Rom 8:2, 9; 1 Pe 1:11; Fil 1:19
2. Símbolos.
a.
Agua viva. Juan 7:38; Jer 2:13
b.
Aceite de la Unción. Ex 29.7; 1 Jua 2.20, 27
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