Visión y Misión
Impartir el conocimiento
de las Doctrinas Fundamentales de las Sagradas Escrituras
El fundamento es el principio u origen en que se basa una determinada idea. Es el motivo y la razón originaria de una idea. Puede ser un conjunto de ideas o cosas.
Concepto de Fundamento según el diccionario de la RAE: Fundamento
Doctrinas Fundamentales de las Sagradas Escrituras.
Prefacio-Introducción.
Las Doctrinas Fundamentales en las Santas Escrituras. Dios es quien suministra a los hombres, a su pueblo, a la humanidad su Doctrina. Y su conocimiento a través de su palabra en las Santas Escrituras. Dt 32:2. Es por voluntad Divina su revelación. Es la fuente del conocimiento y de la ciencia. Sal 94:10. Dios las entregó a su pueblo para que la explicaran y enseñaran a sus hijos. Dt 4:10.
En este sentido la enseñanza Doctrinal Bíblica significa conducir al hombre a la experiencia más íntima con la voluntad Divina. Puesto que la doctrina afecta tanto al intelecto como a la voluntad humana, es necesaria comprenderla.
El único libro y lugar donde encontramos cada aspecto doctrinal, es en las Sagradas Escrituras. Cada persona debe tener un encuentro personal con Dios y su doctrina. El autor y protagonista, y el tema principal de las escrituras es Jesucristo, el Hijo de Dios.
En este sentido la profecía de Isaías en el cap. 52 y 53 nos hablan de Dios mismo viniendo. Isa 52:6. De los sufrimientos, padecimientos del Mesías y su resurrección. Isa 53:7, 12. Ya anunciados en las Escrituras. Oseas 6:1-2. Y anunciados por Jesús en cumplimiento de las Escrituras y escritos en los evangelios. Mat 16:21.
La doctrina de la Biblia, también es llamada: Fundamentos de la fe o Pilares de la fe. La llamaremos en este libro los Fundamentos Doctrinales de las Sagradas Escrituras. Hemos descrito en este libro doctrinal, 12 doctrinas, correspondientes a los temas generales dados en las Escrituras, y que al mismo tiempo ellas contienen los temas que dependen de los generales, en las siguientes:
1. Las Sagradas Escrituras.
2. El Conocimiento de Dios Verdadero.
3. El Señor Jesucristo.
4. El Espíritu Santo.
5. El Hombre.
6. La Iglesia.
7. Segunda venida de Jesucristo en Gloria.
8. Las Bodas del Cordero.
9. El Milenio.
10. Los Ángeles.
11. Los juicios.
12. El Reino de los Cielos.
Introducción.
El ser humano se ha preguntado siempre cuáles fueron
sus orígenes, su procedencia. Y en la búsqueda de esta verdad han surgido las
diferentes creencias de la humanidad. Diferentes ideologías han regido la vida
del hombre en todas las épocas.
En
la actualidad hay un sin números de traducciones de las Sagradas Escrituras.
Sin saberlo algunos poseen un ejemplar de la Biblia en los hogares. Ejemplares
que quizás nunca han sido leídos. Por consiguiente, no han comprendido sus
enseñanzas, y por ende las doctrinas que rigen la vida del hombre sobre la
tierra.
En
la Biblia encontramos dos Testamentos. Uno antiguo y uno nuevo, cuyas
escrituras exponen la doctrina de nuestro Señor Jesucristo. Dios bendice a los
que guardan esta doctrina. Pero para guardar correctamente la doctrina de la
Biblia tenemos que entenderla correctamente.
La
doctrina tiene que ser sana. Y la sana doctrina, que habla la Biblia incluye
los mandamientos, las enseñanzas, las leyes y los principios. Que pertenecen a
la fe y nos ayudan a vivir una vida victoriosa. Por sana doctrina entendemos
que no hay falsedad en las verdades Bíblicas, y consta del entendimiento
correcto de lo que Dios quiso decir. 2Tim 4:3
En
tal sentido, la Biblia es un compendio de libros que revela las grandes
verdades de Dios para el hombre, ocupando la Biblia siempre un lugar importante
en el pueblo de Dios. El siguiente libro de la sana doctrina Bíblica se escribe
precisamente con ese objetivo. Donde se recoge todas las doctrinas
fundamentales que contienen la Biblia o Sagradas Escrituras.
Las
verdades bíblicas revelan a Dios como creador del hombre. Lo creó y lo puso sobre la tierra y en la
excelencia responsable de Dios creador, también le creó un mundo hermoso, hecho
por el mismo Dios. Y presentó al hombre el mundo que él le había creado para
él. Y le dejó observar unas enseñanzas que hacen que la vida sea más próspera
para su creación. Guardar estas enseñanzas hubiera prolongado la felicidad del
hombre en el huerto de Edén por toda la eternidad.
Más,
sin embargo, el hombre desobedeció las enseñanzas de su creador, sumergiendo
así a todo el género humano en desastre y caos, acarreando la muerte; no solo
para él, sino de todo lo creado. Sin embargo, Dios tuvo un plan para redimir al
hombre. En ese plan dio al hombre la doctrina y las enseñanzas necesarias para
darle de nuevo lo que había perdido a causa de su desobediencia.
Es
así como observamos en la Biblia, un período donde Dios le entrega su ley
escrita, por El dedo de Dios en las manos del líder de Dios: Moisés, y que
sería transmitida a través de sus sacerdotes a su pueblo Israel, para que la
guardasen. Posteriormente, debería ser acatada por jueces, gobernadores y reyes
en Israel. Y advertida constantemente por sus profetas.
Luego,
venido el tiempo del cumplimiento de la promesa de redención, entramos en el
período de la gracia. El cual se encuentra vigente en la actualidad, de
nuestras vidas. Este período de la
gracia lo introdujo en el mundo nuestro Señor Jesucristo. Porque el evangelista
Juan nos anuncia que la ley vino por medio de Moisés, pero la gracia y la
verdad por medio de Jesucristo, el Hijo de Dios. Juan 1:17. Más, sin embargo,
Dios salvó a su pueblo Israel de pura gracia, como nos indica el profeta Oseas.
Os 14:4.
Porque
no entendieron su plan, su pacto, donde le había trazado la redención;
anunciado en su palabra a través de sus profetas. Este periodo de gracia marcó
el inicio de la verdadera iglesia de Dios. Esta gracia de Dios para el hombre
solo se recibe a través de depositar en Dios, toda la confianza que él se
merece a este plan de salvación que hizo con su Hijo, o pacto que él hizo con
Jesucristo, para librar al hombre de su desgracia.
Entendiéndose,
por desgracia, todos enfermamos, todos luchamos por obtener los alimentos, y el
bienestar, todos morimos. Todos enfrentamos problemas, estamos expuestos a la
maldad. Al enemigo acechando para destruir.
Y por incumplir la ley de Dios, somos reos de justicia. Perdidos en
delitos y pecados. Jesús vino a salvar y buscar todo lo que se había
perdido.
En
este aspecto la profecía de Ezequiel en el cap. 18, nos explica que el pueblo
de Israel desecha su ley y replicó la maldición por desobedecer su ley que caía
sobre la descendencia de los hijos de Israel. Pero no replicó la bendición que
traía el cumplir su ley sobre sus generaciones.
En
esta razón Dios los habría de bendecir hasta la cuarta generación a los que le
amaban y guardaran sus mandamientos, según el cumplimiento de su ley, expuesta
en el libro de Éxodo 20:1-18. En el libro de Deuteronomio cap. 30, explica y
detalla. Si hubieran desobedecido y se arrepentían, obtendrían de nuevo las
bendiciones que Dios había prometido.
Por consiguiente, el éxito o fracaso
del hombre dependía de aceptar o rechazar este plan en su doctrina dada por la
autoridad Divina en la ley. Más, sin embargo, por rechazarla, Dios le advierte
en Ezequiel, que el alma que pecará esa morirá. Ya no dependía de que sus
padres obedecieran, para tener la bendición y si desobedecía la maldición, si
no se trataba de que cada quien le tendría que dar cuenta a Dios por su vida.
Cuando
vino Jesús, el Maestro. Él habló sobre los requisitos esenciales para una vida
aceptable ante Dios. Jesús declaró que una vida que agradaba al Padre dependía
de oír y hacer lo que él enseñaba. Pero no se trataba de obtener la salvación
por cumplir la ley. Porque ellos habían desechado su pacto. Y Dios establece un
nuevo pacto con su Hijo. Pacto que cumplió a pesar de ellos invalidar su pacto,
tal como nos indica el profeta Jeremías. Jer 31:31-34
Este
pacto fue anunciado por Jesús después de haber cumplido con todo lo que decía
la Escritura de él, con respecto a su obra en la tierra, antes de ser entregada
su vida al sacrificio, para dar cumplimiento total al pacto. Este pacto fue
hecho con su Hijo, en su cuerpo y en su sangre, que es la vida. Gen 9:4; Mar
14:22-24.
Luego,
el Espíritu Santo instruyó a los líderes de la iglesia sobre las cosas
necesarias para obtener la aprobación del Pastor y Obispo de nuestras almas:
Jesucristo. El Espíritu Santo dio a entender lo esencial de vivir en la
enseñanza de la doctrina fundamental contenida en la palabra de Dios.
El
apóstol Pablo a Timoteo en una carta se lo enseña. 2Tim 3:16–17. Le dice: que
todas las enseñanzas de su palabra son esenciales a fin de capacitar al hombre
para toda buena obra. Asimismo, en su primera carta a Timoteo. Le da esta
enseñanza: “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues
haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyen”. 1 Tim 4:16
En
este sentido los objetivos trasmitidos en el siguiente libro de doctrina son
los siguientes: 1. Conocer la importancia de las Doctrinas Bíblicas, necesarias
en el diario vivir del creyente. 2. Definir los conceptos básicos sobre la
salvación y el pacto de Dios hecho con Jesucristo. 3. Estudiar el conocimiento
de Dios, su auto revelación en su palabra y conocer su palabra; como medio para
observar y hacer su voluntad. 4. Realizar un estudio sobre los fundamentos de
la doctrina de las Santas Escrituras. 5. Exaltar el Nombre de nuestro Señor
Jesucristo como Hijo de Dios.
Es
por estas razones que explicaremos, los siguientes temas que están contenidas
en las doctrinas fundamentales de casi todos los doctrinarios de las Iglesias,
y de los libros de Teología. Más, sin embargo, hemos ordenado y añadido en la
doctrina fundamental de las Santas Escrituras. La doctrina del Señor
Jesucristo.
En
este orden tomaremos en cuenta los siguientes temas doctrinales, pero lo
ordenaremos en las doctrinas presentadas en este libro:
1.
Las Sagradas Escrituras. Es la Biblia. La Biblia es la regla infalible de vida.
Es el único documento o Testamento de Dios inspirada por El Espíritu Santo, para
guiar al hombre hacia la verdad Divina. Guardar y obedecer la palabra de Dios
como acto de amor para con Dios.
2.
Dios. Dios es uno. Es la providencia Divina.
Es el único creador y soberano del universo. El Padre del Único Hijo de
Dios, único Salvador Jesucristo y El Espíritu Santo único revelador de las
verdades de Dios. Dios es Uno, actúa en Unidad y Voluntad en El Hijo y en El
Espíritu Santo. Su voluntad es Divina, Santa, Fiel, Justa, Amorosa,
Misericordiosa. En operaciones, y acciones; es Omnipresente, Omnipotente,
Omnisciente y Omnisapiente.
3.
El Hombre. El Hombre creado por Dios. Dios creó al hombre a su imagen y
semejanza. Y lo puso en el edén. El hombre desobedece a Dios. La desobediencia
o pecado; contrajo la muerte. Y como consecuencia del pecado todas las
enfermedades y calamidades sufridas del hombre.
4.
El pecado. Pecado significa desobediencia. El pecado separó al hombre de Dios.
El hombre desobedeció a Dios y como consecuencia fue echado del Edén. El pecado
se refiere a no obedecer a una palabra dictaminada por Dios. Por esta razón
Dios provee para el hombre una expiación.
5.
La Expiación. Es la solución que Dios estableció para que el hombre volviera a
la comunión con Dios. Comunión es la comunicación que el hombre perdió por
desobedecer a Dios. Ya que la desobediencia o pecado hizo una barrera entre
Dios y el hombre. Dios hace pacto con su Hijo, para recobrar a través de él,
esa comunión perdida con el hombre.
6.
El Señor Jesucristo. Es el Mesías prometido a su pueblo que los salvaría de sus
pecados. La persona de Jesucristo es el único Hijo del Padre Dios. Dios envió a
Jesucristo en cumplimiento de la promesa de redención. Jesucristo es nuestro
redentor. Jesús nacido en carne por obra
del Espíritu Santo. La crucifixión y muerte de Jesucristo como acto de
obediencia a Dios Padre. Para redimir al hombre y librarlo del pecado, de la
muerte, del infierno. Y llevarlo de nuevo al paraíso.
La autoridad Divina de Jesucristo sobre todas
las cosas como el Hijo de Dios Padre es lo esencial. Esta autoridad solo se
obtiene a través de la fe en él. La
salvación del hombre solo es posible a través de creer en la obra vicaria de
Jesucristo. Vicaría significa que él es el sustituto, Él es que muere en
nuestro lugar por causa del castigo por el pecado.
7.
La Salvación. La Salvación es la obra redentora de Dios. La salvación es la
redención del hombre de la ira que vendrá sobre toda la humanidad, por no creer
en su Hijo. Dios prometió al hombre la redención. La prometió también a su
pueblo. La redención significa redimirlo de sus pecados, cometidos por
desobedecer la palabra dictaminada por Dios.
La
redención es la gracia de Dios dada al hombre mediante la fe en nuestro Señor
Jesucristo. La obra salvadora de Jesucristo también implica la transformación
del hombre, por medio de la fe en él, como único Señor y suficiente salvador.
Implicando el perdón del hombre de sus pecados en el pasado, el presente y el
futuro.
El
hombre por sí solo no se puede salvar. Ya que el mismo no tiene vida en sí
mismo; como tiene el Hijo de Dios. Jesús dijo que él tiene vida en sí mismo
dada por el Padre; así como él Padre tiene vida en sí mismo. Y como tiene vida
en sí mismo resucitó de los muertos. Y está sentado a la diestra de Dios. Y por
esto también a la voz de su Hijo los muertos resucitarán. Juan 5:25-26; Heb
10:12
8.
El Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el encargado de revelarle al hombre la
verdad de Dios. La presencia del Espíritu Santo en todo aquel que ha creído en
Cristo, sellándolo y morando en él; es su obra. Efe 1:13. Al Espíritu Santo
debemos todo respeto, sumisión, ya que mora en nuestros cuerpos, como templo de
Dios, para fortalecernos, darnos el poder para vencer las adversidades y ser
testigos de Dios.
9.
La Sanidad Divina. Cristo como sanador. Jesús fue quien, salvo nuestros
cuerpos, es el único que tiene el poder para sanarlo. La medicina en todas sus
áreas es producto de la ciencia. La ciencia es necesaria, cuando falla la fe, y
porque hay aspectos quirúrgicos que solo lo hace la ciencia. Pero hay
enfermedades que no lo cura la ciencia. Y se hace necesaria la intervención
Divina del Hijo de Dios.
10.
Los ángeles. Fueron creados por Dios y son diversos y numerosos. Hay ángeles
fieles a Dios y ángeles caídos. Los ángeles fieles por conspiración de Satanás,
un querubín creado también por Dios. Cayeron de su dignidad y por eso se llaman
así, demonios. Los que permanecen fieles, son fieles a Dios. Sostenemos que el
hombre no es un ser caído. Porque no hay base Bíblica que lo sostenga. Más, sin
embargo, el único que cayó fue Satanás y sus ángeles o demonios.
11.
La iglesia. Fue constituida por Jesucristo. Las órdenes sagradas de Jesucristo,
después de haber creído en él y de dar testimonio del cambio que Dios hizo en
el hombre son: El bautismo en agua, El bautismo en Espíritu Santo, y la Santa
Cena. Los demás aspectos de la iglesia como mantener una unión en matrimonio,
similar a la unión de Cristo con su iglesia, la comunión unos con otros y hacer
discípulos, constituyen aspectos importantes en la iglesia, como cuerpo de
Cristo en unanimidad y armonía.
12.
Acontecimientos Finales. El arrebatamiento de la iglesia. Particularmente es la
resurrección de los muertos. Habrá una primera resurrección y compareceremos
ante el Tribunal de Cristo. Este tribunal será para recibir los méritos o
galardones y no obtenerlos. Luego habrá bodas. Las del cordero con su iglesia,
que se unirán para siempre.
En
otros aspectos sucederá el gobierno del anticristo en la tierra. La prueba
final para el mundo y su pueblo Israel por haberlo negado. Negar su plan con el
Mesías y su venida a la tierra para salvarlos. Y a todos aquellos que hayan
quedado por no haber creído en su Hijo. Luego tendrá lugar el Reinado del
Milenio. Después del Milenio, los juicios restantes. Por último, la eternidad
en el cielo nuevo y tierra nueva. El reino de Dios.
Finalmente,
comprendemos, que la desobediencia del primer hombre a una palabra dictaminada
por Dios trajo la desgracia de la humanidad. Y la obediencia del postrer Adán,
Jesucristo el Hijo de Dios trajo la gracia de Dios hacia el hombre, por
obedecer a Dios en todo lo que él le había mandado, hasta su muerte en la cruz.
Para que el hombre pudiera restablecer su comunión con el Dios creador y
obtener todo lo que había perdido en el Edén.
Entendiendo
por Doctrina Bíblica; el desarrollo paso a paso de los temas doctrinales
contenidas de la Biblia, y su fundamento, la cual será detallada en este libro;
cuyo objetivo es dar a conocer las doctrinas contenidas en la Biblia.
Consolidar su importancia en cada creyente, e incentivar al creyente para
guardarlas. Específicamente las doctrinas están sistemáticamente establecidas
en la Biblia, de tal forma analizaremos la Teológica Bíblica en cada una de
ellas.
En
este sentido, se define a la Teología Sistemática como una ciencia, cuyo fin es
formular una coherente, ordenada y racional presentación de la fe cristiana,
inherentes a un sistema de pensamiento teológico que se desarrolla con un
método, que puede aplicarse tanto en lo general como en lo particular.
La
Teología Sistemática es un sistema de doctrina en la Biblia de forma
sistemática, con títulos propios del autor. La Teología Sistemática es el
estudio de cada doctrina implícita en la Biblia, y su relación coherente de
forma sistemática en los temas, particular y general.
En
cambio, utilizaremos la Bíblica, ya que no hablaremos de temas en particular
aislado. Aislado uno del otro, sino de un tema general unido uno de otro. Los
temas específicos de las doctrinas fundamentales enmarcadas Teológicamente en
la Biblia. Los títulos son dados por el desenlace de las Escrituras y no por el
autor del libro de doctrina.
De igual forma se define, como doctrina un
conjunto de ideas, enseñanzas o principios básicos defendidos por un movimiento
religioso, ideológico, político, entre otros, que profesa una persona, una
organización, una denominación. Pero que son dados de forma detallada en las
Sagradas Escrituras.
Es
importante conocer y entender las doctrinas fundamentales de la Biblia. Este es
el fin de este doctrinario, donde trazaremos la Teología Bíblica. Porque nos ayuda en el conocimiento de la
verdad y en el desarrollo del carácter del creyente. El conocimiento de la
doctrina preserva al creyente de error. Gal 1:6-9; Tito 2:1; 2 Tim 4:3-4.
De
igual forma es importante entender que el creyente debe tener una actitud de
oración, humildad, y perseverancia, de ejemplo; entender que Dios es el
comunicador de su palabra, como nos dice el salmista. Sal 119:18.
En
este orden de ideas. Las doctrinas fundamentales de la biblia, es lo que
creemos y enseñamos. Representa la fe del cristianismo. Las doctrinas están
basadas en la obra vicaria de Cristo. En una sola fe, una sola gracia, un solo
Dios merecedor de toda la gloria, un solo Salvador mediador entre Dios y el
hombre. El Hijo de Dios hecho hombre, crucificado, muerto, resucitado y
glorificado. Sentado a la diestra de Dios. Y ha de venir otra vez. En gloria y
poder.
En
un solo Espíritu Santo que procede del Padre y del Hijo. Que mora en el
creyente, como el templo del Espíritu Santo y lo guarda hasta el día de la
redención. En una sola Escritura, inerrante, infalible, suficiente para
entender y comprender todas las cosas.
En
la Teología, la inerrancia de la Biblia es parte de los temas de la doctrina de
las escrituras, y consiste básicamente en la falta de error o de fallas en las
Sagradas Escrituras, contenidas en sus doctrinas fundamentales. Y al ser
inspiradas por Dios, siempre dicen la verdad, y no se equivocan.
Es
importante saber y determinar el valor de la Doctrina Bíblica. Y esta Doctrina
la encontramos en la Biblia, que es nuestra autoridad infalible. Es la base de
nuestra fe y creencia; por esta razón es necesario transmitir las Doctrinas
Fundamentales de la Biblia, que a través de la historia han permanecido en la
iglesia, formada por nuestro Señor Jesucristo.
Los
apóstoles estuvieron claro en el conocimiento doctrinal y nos advierten, en la
carta a Timoteo. 1 Tim 6:3-6. Estas doctrinas fueron las mismas que enseñó el
Señor Jesucristo a sus apóstoles para edificar a su iglesia y que se encuentran
en la Biblia.
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