Doctrinas Fundamentales de las Sagradas Escrituras.
Capítulo 3
I. El Señor Jesús.
A. Revelación especial en
las Escrituras.
1. Anunciado.
Dios anunció en las escrituras desde el principio de la creación. Todo
lo relacionado a su propósito con la creación del hombre y su redención. La
redención que haría al hombre, su Hijo, en condición de hombre. Ya que es Dios.
Anunciado a sus patriarcas, jueces, reyes, profetas y a su pueblo.
En este sentido, desde el principio Dios escoge a una familia. Esta
familia formó un pueblo. Y este pueblo se hizo una nación. De la descendencia
de Adán. Siendo Adán, el primer hombre creado por Dios. Y en desobedecer la
palabra de Dios.
En este orden, en la descendencia de Adán, la de su hijo Set, escoge a
Abraham, de la descendencia de Sem hijo de Noé, descendiente de Set.
Para que, de su simiente, Dios traiga la redención en su descendencia.
A dichos descendientes se le fue transmitiendo, los propósitos que
Dios tenía con ellos, de generación en generación. Y se les anunció que, de su
descendencia en el cuerpo físico, vendría el que los redimirá de sus pecados o
desobediencias, a su pueblo escogido
Pero este pueblo, que se llamó Israel, después que se hizo una Nación,
No cumplió con lo que Dios le estableció. Con los propósitos que Dios tenía con
ellos. De redimirlos, siendo fiel a Dios y a su palabra.
Por esta razón le da al profeta Isaías. Una profecía. Y se escribe la
profecía en Isaías 53. Isa 53:1; 52:6.
Fundamentalmente, en esta profecía en Isaías 53. Dios a su pueblo, a
quien escogió, para anunciar sus propósitos con la humanidad. A ellos después
de haber sido una Nación. Después de haber pasado unos 3300 años. Le pregunta:
¿Quién creyó en este anuncio? Que Él ya había hecho. Y les hace esta pregunta,
en esta profecía de Isaías 53.
En tal sentido, en resumidas cuentas, se había anunciado oralmente y
se había escrito este mensaje, en las Sagradas Escrituras, anunciándoles que
Dios lo salvaría de sus pecados. Estas palabras, cuando se cumplió el tiempo de
la promesa de salvación, fueron anunciadas por el evangelio, en los siguientes
aspectos:
El evangelista Juan explica: todas las cosas por él fueron hechas. Y
sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida y la vida
era la luz de los hombres. Jua 1:3-4.
En este aspecto corrobora esta palabra, la dicha por los profetas y
los salmos. En el principio creaba a través de la palabra. Él sustenta todas
las cosas con su palabra de su poder. Esta palabra está confirmada en la carta
a los Hebreos. Heb 1:3.
Estos son algunos ejemplos del mensaje dado por Dios a su pueblo,
anunciando su promesa de salvación, contenidos en las escrituras:
a. En el libro de Génesis, la herida por el pecado, Gen 3,15; la
promesa de salvación en su descendencia, Gen 22:18. En el libro de la Ley, la
redención, Ex 6:6-7. En el libro de los Salmos, el salvador, el hijo del
hombre, el Hijo de Dios, Sal 80:17; 89:13; 98:1; 110:1. En los libros de los
profetas, Él mismo que habla vino, 52:6. El profeta Samuel, Rey de reyes, 2 Sam
7:16. El evangelista Juan menciona, ¿Quién cree en este anuncio? Jua 12:38;
53:1.
b. En el Antiguo Testamento. Fue anunciada como la diestra de Dios.
Sal 16:8; 20:6; Isa 41:10.
c. A través de sus siervos: Los Patriarcas. En las escrituras se
anuncia, nacería de la tribu de Judá. Gen 49:10. También en el tiempo de los
jueces. Es revelada en la bendición de Moisés juez de Israel. Deu 33:7,16.
Después, en la época de los Reyes, se le revela a David, por el
profeta Samuel, su hijo de la descendencia de David, su trono eterno y para
siempre, 2 Sam 7:13-16. David lo escribe en los Salmos, él es su salvador y su
rey. Sal 24:1,5,10. Revelado a sus profetas, tal es el caso de Isaías, que
escribe todo el significado de su sacrificio expiatorio. Isa 52:6,10; 53.
2. Eternidad.
Según las Escrituras. Es la diestra de Dios.
Los brazos eternos de Dios. Luego es el Hijo de Dios, cuando fue revelado o
manifestado. Cuando se manifestó. Él se manifestó como humano. Isa 53:1; 52:7,
10; Ju 17:6.
Las Escrituras nos indican. Él es el principio. En la creación. Y el
profeta Miqueas escribió: Que él es, desde el principio, de la eternidad. Y su
propósito de redención, estaba desde el principio de la fundación del mundo.
Miq 5:2; Heb 9:12; Juan 1:1-3; Isa 52:6.
También nos habla las escrituras. De la salvación que traería, la
venida del Hijo de Dios. Y esta fue planificada en la eternidad. Isa 52:6; Jer
31:3; 32:40; 50:5.
Seguidamente en las escrituras. El Hijo de Dios Eterno. Es llamado
Padre Eterno. Isa 9:6. Y por eso, él ora al Padre como el Hijo Eterno de Dios.
Juan 17:6. Su dominio, es Dominio Eterno, que nunca pasará. Dan 7:14.
Por tal razón, los propósitos de Dios son eternos. Y lo hizo en Cristo
Jesús Nuestro Señor. Efe 3:11.
Dios es el Eterno refugio. Y aquí en la tierra los brazos Eternos.
Estaba en la diestra de Dios. Y fue a la Diestra de Dios. De 33:27; Isa 53:1;
Luc 22:69.
Jesús es Eterno, él estaba desde el principio con Dios. Es el Hijo de
Dios. Cuando toma forma de hombre. Pero se limitó como Dios. Para redimir al
hombre. Por eso ora al Padre, que lo glorifique al lado suyo, como era en el
principio. En la eternidad. Juan 17:5.
Al profeta Zacarías, se le revela diciendo:
Alégrate mucho, hija de Sión; da grito de júbilo, hija de Jerusalén; Mira, tu
rey viene hacia ti, justo, salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre
un pollino hijo de asna. Calle toda carne delante de Jehová; porque él se ha levantado
de su Santo lugar. Zac 9:9; 2:13; Jua 12:13-15.
3. Nombre.
Las Escrituras nos hablan de su Nombre. Por sus profetas fue
anunciado, que su Nombre es admirable. Jue 13:18; Isa 9:6. Y se llamaría
Nazareno o renuevo. Es el renuevo de David. Para cumplir los propósitos de Dios
con su pueblo. Jer 23:5.
Por lo que habitó en Nazaret, y se cumplió la profecía. Se llamaba
Jesús de Nazaret. Que significa renuevo. Mat 2:23.
Es el renuevo, porque su pueblo escogido, destruyó su linaje y
descendencia. Mezclados con otros pueblos extranjeros. Y su descendencia fue
cortada en varias ocasiones. Y fueron eunucos, esclavos de los reyes que los
subyugaron.
En esta razón, su nombre representa su Carácter y su Autoridad. Y su
nombre es Admirable. Es llamado el hijo de Dios. Porque Dios cumplió sus
propósitos, a pesar de su pueblo Israel. Isa 53:2; Zac 6:12; Jue 13:18; Luc
1:35.
En este sentido fue enviado, el Hijo de Dios, para que conocieran su
Nombre. El Nombre del Eterno Dios omnipotente. Isa 52:6; 53:12; 52:6-7; Mat
7:29; Mar 6:14.
4. Humanidad.
El vino como humano, para cumplir la promesa de redención. De salvar a
su pueblo de sus pecados. De volver a la vida que se había perdido. Por causa
del pecado o desobediencia a la palabra de Dios. La diestra de Dios vino como
humano. Para restaurar la imagen de Dios en el hombre.
Por eso la profecía decía, que una virgen concebirá y dará a luz un
hijo, que salvaría a su pueblo de sus pecados. Y así sucedió el redentor vino
como humano. Mat 1:22-23; Isa 7:4.
En este sentido, desde el principio de la creación, el ser humano
hablaba con Dios. Dios comienza hablando directamente con el primer hombre que
Creó. Con Adán. Y con los hijos de Adán, Abel y Caín.
En primer lugar, Dios había prometido su redención. Porque por causa
de la muerte, y que la muerte pasó a todos los hombres. Por motivo de la
desobediencia de Adán.
Por eso Dios escoge a un pueblo. Que fue el pueblo de Israel. Para
traer en el cuerpo humano la redención. A través de su descendencia. Ya que de
otra forma no podría ser. Y fue transmitido su propósito de redención a los
hombres. Pero no hicieron caso, así como Adán, traspasaron su pacto. Ge 3:15;
Ose 6:7.
Por su parte, en segundo lugar, Dios desde un principio tenía sus
propósitos con la creación. Y lo comunicó. Qué sería de su simiente humana. Y
así sucedió. Dios trajo su redención a través de la simiente humana. Del linaje
de David, de Judá. Rom 1.2-3.
En tercer lugar, Dios cumplió todo su propósito de redención con su
pueblo. El Mesías vino y redimió a su pueblo de sus pecados. Vino como humano.
De su simiente humana. Y es Dios, porque fue engendrado por Dios. Estaba a la
diestra de Dios. El vino a través de la simiente humana. Como él lo había
establecido. Luc 1:34-35.
4.1. Pecado.
Siendo Adán probado en la fidelidad a Dios. Es hallado fallando a
Dios. Este fallo, es la desobediencia a su palabra. La desobediencia a la
palabra de Dios. Se conoce como pecado. Inmediatamente a este fallo. Dios
transmite a Adán su propósito de Redención.
Luego habla con Noé. Descendiente de Set. Sobre su propósito
redención. Y en la descendencia de Noé. Escoge a Abraham, de la descendencia de
Sem, hijo de Noé, como hemos mencionado. Y le promete a Abraham, su redención,
en su descendencia. De su simiente. Ge 22:18.
En lo sucesivo de la descendencia de Abraham, de los hijos de Isaac,
de su hijo Jacob, escogió a Judá. Para que, de su descendencia, procediera el
Mesías en su linaje.
En este sentido, en las escrituras conocemos, como Dios muestra y
ejecuta. El propósito sobre cómo era su gobierno, su linaje y redención,
después de la salida del desierto.
4.2. Despreciado.
Luego después de la salida del desierto. Dios instituyó su gobierno a
través de jueces. Pero su pueblo de Israel desecha su gobierno a través de
jueces, y pide reyes. Dios le da reyes. Y gobiernan a su pueblo los reyes.
Pero tanto en el gobierno de los jueces, como en los reyes. Fue
despreciado. Su gobierno en los jueces, como el de los reyes. Fue despreciado
su gobierno en los reyes, en el linaje de Judá, del rey David. Al igual que en
los sucesivos descendientes del rey David.
Por tanto, al despreciar su gobierno, también despreciaron al Mesías.
Su Ungido, al hijo de Dios. En su simiente. En el linaje de Judá. Y como el
gobierno de Dios. Despreciando a sí
mismo, a Dios. Isa 53:3; 52:14.
Porque Dios le había anunciado a su pueblo, que, de su linaje, el de
Judá, nacería, el que regirá a Israel. Gen 49:10. Pero ellos despreciaron su
linaje. Despreciando a los que Dios
enviaba a gobernar, en su linaje.
4.3. Nazareno.
Después de que fueron al exilio el pueblo de Israel. Dios les indica a
través de sus profetas. Que él le levantaría un renuevo justo. Para traer la
redención a Israel. Ya que ellos no habían cumplido con él pacto que Dios había
hecho con David, que, en su descendencia, a través de su linaje, nacería el
Mesías.
Sin embargo, el hijo de Dios, a pesar de ser Dios, se despoja de su
gloria, para venir a redimir a su pueblo. Haciéndose hombre para poder ejecutar
la redención.
En resumen, Jesús es la raíz de Isaí, padre del rey David. Y de esta
raíz que se había cortado muchas veces, en el gobierno de los reyes, y en el
exilio. Había perdido su vigor, y estaba casi seca. Dios hace nacer un renuevo.
De la descendencia de David. Y de este renuevo, posteriormente, nace el Mesías.
En este aspecto, renuevo significa Nazareno. Por esta razón Jesús fue
llamado Nazareno. Y habitó en Nazaret, ciudad del renuevo, para ser llamado
Nazareno. Renuevo, porque su descendencia se había mezclado tras el exilio, con
los pueblos extranjeros, principalmente la descendencia de Judá, porque habían
sido destruido, quemados, muchas mujeres se quedaron viudas, y los príncipes de
ellos fueron eunucos del rey de Babilonia.
4.4. Exaltado.
Estando en la condición de humano, de hombre. Se humilló, haciéndose
obediente a la voluntad de Dios. Hasta ser crucificado y recibir la muerte.
En esta razón, recibe la exaltación de parte de Dios. Después de ser
glorificado. Fue exaltado como hombre y Dios. Se le dio un Nombre. Su nombre es
poder y autoridad, como ya hemos mencionado.
4.5. Propósito.
El propósito de Dios, con la creación del hombre y en su plan de
redención. Es hacer una nueva creación. Para su hijo. Por ser hijo del hombre.
Es hijo de Dios. Y esta creación, es a la imagen de su hijo. Sal 80:17; Dan
7:13.
Para restaurar la Imagen de
Dios, en el hombre. Porque esta había sido profanada entre los pueblos, por
Israel. Gen 9:6; Isa 52: 13; 53:2-11.
Por tal motivo, el hijo de Dios padecería el sufrimiento en el cuerpo
y la sangre. En obediencia a la voluntad de Dios. Para redimir al ser humano.
En primer lugar, para redimir al pueblo de Israel. Así como el pueblo
de Israel también lo padeció. Pero el pueblo de Israel padeció y sufrió por
desobedecer a Dios. Isa 52:14-15; 53:2-11.
4.6. Redentor.
Finalmente, ellos al no cumplir con el pacto. En la promesa que Dios
le había dado de redención. A su pueblo Israel. A través de su simiente. Por
haber despreciado su simiente.
Por consiguiente, es su gracia quien los salva de la ira de Dios. Y
les da una nueva vida en Cristo. El Mesías. Esta nueva vida, es la redención
prometida a Israel. Rom 6:4, Juan 1:16; Efe 2:8.
4.6.1. Cargo con el pecado.
Por el motivo de su desobediencia. Él cargó con sus pecados. A pesar
de que su pueblo no le seguía, ni obedecía. Isa 53: 6, 11; 52:3; Ose 14:4.
Por causa del pecado, la muerte pasó a todos. Ante la muerte, las
enfermedades. Jesús nos sanó por sus llagas. Porque llevó en su cuerpo todas
nuestras enfermedades. Isa 53:5. En la
fe puesta en Él, al recibir su amor. Isa 53:11; Efe 2:8.
Es su amor, quien nos salva. En su gracia. Su amor, a través de su
Hijo. Su simiente. Juan 3:16.
4.6.2. Carga con las enfermedades.
4.6.2.1. Sanidad.
En esta razón, en su gracia. Se recibe los beneficios de Dios, a
través de su Hijo. Implicando todas las áreas del cuerpo humano afectado. De
diversas enfermedades.
Se recibe la sanidad por la fe en su Nombre. He 3:16. La sanidad que
traería el Mesías. Jer 33:6; Isa 53:5. Y él, llevará sanidad a las naciones.
Jer 33:6; He 4:22.
En la Gracia del Único Dios Verdadero. De 33:16. Porque Dios los amó
de pura gracia, porque su ira se apartó de ellos. Ose 14:4.
5. Juicio.
El pueblo de Dios pasó por juicio, unos siendo inocente, otros siendo
culpables por desobedecer las leyes y mandamientos de Dios.
Por este mismo motivo. El Mesías, Jesús, pasó por cárcel y por juicio.
Por las rebeliones de su pueblo. Siendo herido, por la culpa, y la pena, de su
pueblo. En el juicio. El juicio de la ley. Pero su pueblo de Israel creyó, fue
Dios quien hizo juicio sobre él. Ellos no comprenden. Hasta ahora algunos
judíos permanecen sin comprender, que Dios cumplió sus propósitos y sus
promesas con Israel, de traer al Mesías, porque él vino, él estuvo entre ellos.
Isa 53:4-5; 52:6; De 25:2; Ju 1:10-11.
También, de igual forma, el juicio de Dios pasó sobre él. Porque fue
herido por la sentencia, de las rebeliones de su pueblo. Isa 53: 8; 11; 9:7.
De tal forma, Dios ha sometido todo juicio, en las manos de Jesús. El
Padre a nadie Juzga, sino que todo el juicio lo dio a su Hijo. Juan 5:22.
6. Gracia.
Por todo lo antes mencionado, del pueblo de Israel, y Judá. Ellos
deberían cumplir las leyes, mandamientos y la palabra de Dios.
Porque este era el pacto que Dios había hecho con ellos, para
redimirlos. Pero al no cumplir con el pacto de Dios. Dios los salva de pura
gracia. Y les da su redención de gracia.
Es así como es expresado tanto en los profetas, como en las cartas
apostólicas. Ose 14:4; Rom 4:16; Efes 2:8.
7. Justicia.
El Hijo de Dios hace la voluntad de Dios. En la justicia de Dios. Con
mansedumbre y humildad a pesar de ser Dios. Dios hace su justicia a través de
su hijo. Al desprenderse de él, y ser enviado para redimir al hombre. Y el
cumplir su voluntad de redimir al hombre. Isa 53:7.
Por todo lo antes mencionado, Dios cumplió con toda justicia. Enviando
al salvador. El redentor vino. Pero también volvió al Padre. Si el corazón del
hombre y de su pueblo, así no lo comprende. Jesús les envía su Espíritu Santo.
Para convencer a su pueblo, al hombre. De que Dios hizo su justicia. Juan
16:10; Rom 3:22.
8. Santidad.
Él nos santificó, en su obediencia e inocencia. Fue santo en sus actos
humanos. Isa 53:9. Él es Santo y su
Nombre fue santificado. Isa 52:6; 53:9; Eze 36:23. En su promesa a David. 2 Sam 7:12; Luc 1:75.
Jesús Santifico el gran Nombre de Dios, profanado por su pueblo. Eze
36:21-23. Jesús santificó el Nombre de Dios. Restaurando la imagen de Dios en
el hombre. Juan 17:17-19.
Jesús se santificó, para que nosotros en esa verdad seamos
santificados. Siendo él, inocente de las acusaciones contra él. Isa 53:9.
Por esta razón, pidió al Padre: Santifícalos en tu verdad. Porque tu
palabra es verdad. ¿Cuál verdad? Que
Jesús obedeció, se santificó. Haciendo la voluntad de Dios, de venir a redimir
al hombre. Bajo los parámetros establecidos por Dios. No los del hombre. Juan
17:17.
Por tanto, nos dice: Seamos perfectos. En unidad. Como lo dijo Jesús:
Yo en ellos y tú en mí. Mat 5:48; Juan 17:23.
Y como aquel que nos llamó es santo, debemos nosotros ser santos. 1
Ped 1:15. En toda nuestra manera de ser. Y vivamos una vida santa. 1 Ped 1:15.
Porque escrito está: Sed santos, porque Yo Soy Santo. 1 Ped 1:16; Lev
20:7. Siendo partícipe de su naturaleza Divina, en cuanto a conocerlo, porque
su Espíritu está en nosotros, y somos una nueva creatura, una nueva creación.
Gal 6.15; Isa 53-52; Pe 1:3-8. Porque él es llamado Santo de Israel, ¿quién
honró a Jehová? Jesús lo honró. Isa 55:5; Fil 2:8.
9. Expiación.
La expiación, es tomar el lugar del otro. Y ser sacrificado, padecer y
ser muerto. En lugar del otro culpable. Para rescatar la vida del condenado, y
declararlo libre de culpa.
Él dispuso colocar su vida, para darles la vida. Fue condenado en
expiación por el pecado. Para redimir a su pueblo. Así como un cordero. Ya que
su pueblo necesitaba un cordero en expiación. Para ser perdonado por su pecado,
cada año, según la ley. Él fue el cordero sacrificado en expiación por su
pueblo. El murió en nuestro lugar, así como moría el cordero, en lugar del
pecador. Lev 1:4; Isa 53:10; 52:9-10.
10. Sabiduría.
En la sabiduría admirable de Dios. Jesús toma el lugar que le
corresponde al hombre. Primordialmente, porque se declara, un juicio sobre el
hombre, después que muera. Y todos morimos irremediablemente.
Por su sabiduría y conocimiento. Él justificó a muchos. Tomando su
lugar. Muriendo en su lugar. Padeciendo en su lugar. Por los pecados cometidos
por el hombre. Isa 53:10, 11; 52:3,9; 9:1.
Principalmente de esta forma, Jesús hace la justicia de Dios. De
santificarnos en su cuerpo. Para recibir su Espíritu Santo. Redimiendo de los
pecados y desobediencia a la palabra de Dios. Para darnos una nueva vida en él.
En su Hijo Jesús.
Por su conocimiento. Él justificó a muchos. Tomando su lugar. Muriendo
en su lugar. Padeciendo en su lugar. Por los pecados cometidos por el hombre.
Isa 53:10, 11; 52:3,9; 9:1.
11. Resurrección.
El Eterno hijo de Dios resucitó. Porque él es la resurrección y la
vida. 52: 1-2, 6,13, 15; 53:11-12.
Es de suma importancia, la resurrección de Jesús. Porque nos da a
conocer la vida, después de la muerte. Ya que nadie había resucitado de los
muertos. Jesús lo hizo. Resucitó, para dar a conocer al hombre su eternidad.
Isa 52:2; 53:12.
En este sentido, la esperanza de los que creemos en él es garantizada
con la resurrección de Jesús. Él lo había prometido por sus profetas y así lo
cumplió, en su hijo Jesucristo. Os 6:2; Hech 2:32. Porque, así como él
resucitó, nosotros también resucitáremos. 1Tes 1:10
12. Glorificación.
Jesús recibió su glorificación, después de resucitado. Y su
glorificación es Eterna. Porque él siempre había estado en la gloria. Isa
52:13; 53:12. Él es glorificado, es exaltado, después de morir y resucitar en
un cuerpo humano. Jua 12:16; 12:23.
Después de ser glorificado le entrega la promesa a su pueblo, de la
presencia del Espíritu Santo. Presencia que se había apartado de ellos cuando
el templo fue profanado, y quemado por los babilónicos. Ez 10:19. Y le muestra
la promesa de la vida eterna, a sus discípulos, porque él había
resucitado. Isa 53:12; 52:13; Jua 20:27.
II.
Doctrina enseñada por Jesús.
A. Anunciado en las
escrituras.
En cuanto al anuncio, que se había hecho de Jesús. Quien fue anunciado
por el profeta Isaías. E Isaías hace una pregunta en la profecía. ¿Quién había
creído en este anuncio? En el evangelio también, nos dice: que no todos
creyeron en Jesús, a pesar de que hizo muchas señales delante de ellos. Juan
12:37-38.
En esta razón, Jesús, se refirió a él como el Hijo del hombre. Y que
era necesario que se cumpliera en él. Todo lo que las escrituras de los
profetas decían de él. Isaías 53:1.
En este sentido cuando Jesús resucita. Les declara todo lo que, en los
escritos de Moisés, y en los profetas, decían de él. A unos discípulos.
Reprochándoles su incredulidad. Y que era necesario que se cumpliera todo lo
que los profetas habían dicho de él. Luc 24:26-27.
Es importante comprender, que la profecía de Isaías 53, fue cumplida
en Jesús. Y todo lo que los profetas decían de él. Los Salmos y los escritos de
Moisés.
En tal sentido, los escritos de los evangelios contienen, en resumen,
toda la profecía de Isaías 53. El Mesías fue anunciado. Muchas y reiteradas
veces en las escrituras. El vino y cumplió, la promesa de redención dada al
pueblo de Israel.
1. Las Escrituras.
1.1. Guardar la palabra.
Refiriéndose
a las escrituras. Jesús dijo: que ellas son las que dan testimonio de él. Juan
5:39. Literalmente, Jesús es el tema central y principal de las escrituras.
De igual
forma, Jesús habló de guardar su palabra. Más allá de la obediencia a su
palabra.
En este
concepto, guardar, significa: Cuidar, preservar, proteger, defender, custodiar,
vigilar observando su permanencia. Colocarla en un sitio de protección y cuidado para que no se pierda.
Conservar en buen estado, o en el lugar que le corresponde. Conservar sin
cambio, y añadiduras. Retenerla, evitando que desaparezca, se pierda o se
altere su contenido. Primordialmente es defender su contenido escrito. Dando la
comprensión de lo que Dios quiso decir en su palabra, sin variaciones.
En tal sentido, dejar textualmente, lo
escrito, en la comprensión, de la idea trasmitida por Dios. Sin torcer el
derecho de la verdad. Como en reiteradas veces, exhortó Jesús. A los fariseos
que lo hacían y a los escribas de su época. Apoc 22:18.
En todo
caso, guardar su palabra, es demostrar el amor a Dios. Ju 14:24, 1 Ju 2:5
Por otra
parte, hay que guardar la palabra de Dios. Para no caer en las falsas
doctrinas.
Por esta
razón, Jesús explica. Sobre la levadura. Y esta a su vez, es la hipocresía. Es
decir; hacer lo que hacen los demás.
Explicó
Jesús a sus discípulos, que no deben hacer lo malo que hacen ellos, sino las
palabras de Dios que anuncian. Mat 16:11-12; 23:3. Ejemplo: dejar de hacer las
tradiciones.
Es
importante comprender que, en guardar la palabra, hay muchas bienaventuranzas.
Es decir: Felicidad. En obedecerla está la felicidad de la vida. Luc 11:28.
1.2. Escuchar y hacer.
En cuanto
a escuchar la palabra de Dios, y al mismo tiempo hacerla. Jesús enseño lo
siguiente en cuanto obedecer la palabra de Dios:
a. Es
prudente obedecer la palabra de Dios. Mat 7:24-27.
b. El
hecho de pararse sobre la roca; es oír y hacer las palabras dichas por Jesús.
Mat 7:24.
c. Sus
palabras son las de su Padre. Por eso tienen toda la autoridad. Ju 14:24
1.3. Examinar, indagar, investigar.
En cuanto
a investigar, indagar las escrituras, Jesús habló, enseñando sobre:
a. Son las que dan testimonio de
él. Juan 5:39, Prov. 2:2-5.
b. Sin ignorar las Escrituras.
Para no errar. Mat 22:29
1.4. El cumplimiento de la palabra.
En este sentido la palabra más fidedigna es que Jesús cita al Antiguo
Testamento, y vivió en armonía con sus enseñanzas. Fundamentó su verdad y
autoridad en las escrituras. Habló de la permanencia de la palabra de Dios y de
su fiel cumplimiento. Mat 5:18.
Es espectacular, saber que Jesús les dijo, que era necesario que, en
él, se cumpliera todo lo que escribió Moisés en la ley, los profetas y los
salmos. Lucas 24:44.
En la revelación especial en las escrituras, Jesús hace referencia en
sus parábolas. Y como creador habló, de que era necesario que el grano cayera a
tierra, muriera, para después nacer la planta y dar frutos. También relaciona
con la siembra y la naturaleza al reino de los cielos. Juan 12:24; Mat 13:4-8.
Por otro lado, en la revelación especial, dada en las escrituras.
Jesús cita las escrituras del Antiguo testamento, entre otros, lo siguiente:
a. Cito el Éxodo, para referirse a lo que está escrito en la ley. Jua 10:34; Ex 7:1.
b. Citó el Salmo, para referirse a lo que escribió el Rey David. Sal
110:1; Mat 22:44.
c. Cito a los profetas, para hablar de los padecimientos que tenía que
sufrir y morir, pero al tercer día resucitar. Marc 8:31; Luc 18:33; Isa 53:10.
B. Eternidad.
Jesús, el Hijo de Dios, antes llamado el Mesías prometido. El Ungido
de Dios. Estaba a la diestra de Dios. En la eternidad con Dios. Es Dios, quien
vino, y se desprende de su gloria.
De la misma manera, como escribe el profeta Isaías. Que el mismo que
habla vendría. Isa 52:6.
También hablan otros profetas. Sobre el Eterno Hijo de Dios. Antes de
venir a nacer como humano. Estaba desde el principio con Dios, su Padre.
Por eso el evangelista Juan escribe, que es el principio. Juan 1:1-5.
1. La Diestra de Dios.
En cuanto, a
Jesús referirse a él. El dejó claro que era la diestra de Dios. E iría a
sentarse en su diestra. Mar 14:62, Luc 20:42. Al igual Jesús dijo:
a. El Padre
lo envió. Y salió de él. Ju 17:8
b. Es su
Padre y nuestro Padre. Juan 20:17.
c. Es el
único Dios verdadero. Juan 17:3.
d. Es
bueno. Mat 19:17.
e.
Santificó su nombre. Lucas 11:2.
g. Él y
el Padre son Uno. Juan 17:21.
h. Él
vino a manifestar su Nombre. Ju 17:6
i. Las
palabras que hablaba se las dio su Padre. Ju 17:8.
j. Su
reino fue preparado desde la fundación del mundo. Mat 25:34.
1.1. El Hijo de Dios.
Por otra parte, en la enseñanza de creer en él, antes y después de
resucitar:
a. Jesús enfatizó en que creyeran en él, que Él es el Hijo de Dios. Ju
3:36, 9:35-39.
b. Como Hijo de Dios, insistió que deben oír sus palabras, y creer al
que lo envió, a su Padre. Para tener vida eterna. Ju 5:24, 36-37.
c. El Hijo de Dios tiene todo poder y autoridad. Mat 28:18.
d. El
Hijo de Dios, como el Hijo del Hombre, tiene poder para perdonar pecados. Mat
9:6.
e. El
Hijo de Dios, tiene poder para sanar. Mat 9:6-7.
f. El
Hijo de Dios, tiene toda la autoridad para echar fuera los demonios y ellos lo
reconocieron como el Hijo de Dios. Mat 8:29; 9:32-33.
1.2. Él es el principio.
a. Él es, el principio. Antes que el mundo
fuese. Todo fue hecho por él. Ju 1:1-3; 17:5; Apoc 3:14.
b. Por ser
el principio, Él es la vida, y vino para que tengamos vida. Vida en abundancia.
Juan 10:10; 11:25.
c. Él es
principio es la vida eterna, la vida eterna es conocerlo a él y a su Padre. El
único Dios verdadero. Juan 10:10; 17:3.
d. Desde
el principio, Jesús está a la diestra del Padre. Luc 22:69.
e. El
principio vino, y vendrá, con gran poder y gloria. Luc 21:27.
f. Al
principio, su Padre le dio autoridad de hacer, según su voluntad, un juicio
justo. Ju 5:22, 30.
g. Como
en el principio, Él dio el soplo de vida, Él sopló sobre sus discípulos,
aliento de vida nuevamente. Jesús es quien les envió al Espíritu Santo. Por la
promesa del Padre. Gen 2:7; Juan 20:22, Luc 24:49; Hech 2:4.
C. Nombre.
En el
ministerio realizado por Jesús, en Jerusalén y sus alrededores. Muchos se
admiraban de su doctrina y porque hacía las cosas con autoridad. Pero también
cuestionaban su autoridad. Le preguntaban en qué nombre y autoridad hacia sus
obras.
En esta
razón, Jesús también le hacía preguntas. Porque sabía, que lo hacían por
cuestionarlo, no por saber. Y él mantenía su posición de autoridad en su
carácter.
En tal
sentido, su nombre él lo ordenó pronunciar. Pero no su nombre como tal. Si no
sabiendo, que, al pronunciar su nombre, se refiere a comprender la autoridad y
el carácter que se ejerce con su nombre. Que mueve su poder en la tierra y en
el cielo. Porque él venció todo lo que el hombre no pudo hacer. Lo realizó
Jesús. El Hijo de Dios. Se le dio todo poder y autoridad en el cielo y en la
tierra. Mat 28:18.
Y en este
sentido, Jesús ordenó a sus discípulos, orar al Padre en su Nombre. Juan 14:13.
Su obra la tenemos que hacer directamente en su Nombre. Creyendo que él está
presente en medio de nosotros. Porque él lo ordenó, que, en su Nombre,
pondremos las manos sobre los enfermos y sanarán, echaremos fuera al demonio,
entre otras cosas.
En tal
sentido, es saber que Jesús está presente, a través del Espíritu Santo. Para
ejercer su Poder y Autoridad. En el momento que se amerite. A través de sus
siervos, que creen en él. Mat 28:18-20.
En este
aspecto, es de suma importancia, comprender, en el libro de los Hechos, escrito
por el Doctor y evangelista Lucas. Lo siguiente: Que su nombre es sobre todo
nombre. Solo a través de él tenemos la salvación. Es decir: librarnos de los
juicios de Dios, y tener vida. Hech 4:12
D. humanidad.
1. El Hijo del Hombre.
1.1. Cumplió con toda justicia.
a. Con la
justicia de Dios. Fue bautizado por Juan el bautista. Ultimo profeta, y sumo
sacerdote según la orden de Aarón.
b. Por la
justicia de los hombres. Pago impuesto. A pesar de que como Hijo no debía pagar
impuestos. Mat 17:26.
1.2. Jesús como ser humano.
a. Camino
por las calles de Jerusalén.
b. Tuvo
compasión de la gente.
c.
También lloro por la muerte de Lázaro. Porque sabía la condición del ser
humano, expuesto a la muerte.
d. Sufrió
y padeció, física y psicológicamente. Sufrió traición, negación, blasfemia,
vituperios, y desprecios.
e. Tuvo
sed. Juan 4:7.
f. Fue
tentado por el diablo.
g. Fue
fortalecido por un ángel. Luc 22:43.
h. Hizo
la voluntad de su Padre.
i. Comió
después de resucitado. Luc 24:43.
1.3. Jesús como Hijo de hombre.
a. Vino
para servir, no para ser servido. Y dar su vida en rescate por muchos. Mat
20:28; Isa 53:10.
b.
Padeció, murió y resucitó de los muertos. Luc 24:7.
c.
Ascendió y está sentada a la diestra de Dios. Luc 22:48; Juan 3:3.
d.
Volverá, lo verán con gran poder y gloria. Luc 21:27.
2. Enseñanza de Jesús sobre el hombre.
a. Él
conoce lo que hay en el corazón del hombre. Mat 9:4.
b. Dios
llama a los pecadores al arrepentimiento. Porque no se justificará el hombre
delante de Dios. 9:12-13.
c. La fe
en él es que salva. 9:22
d. Jesús
actúa según la fe del hombre. 9:21, 28-30.
e. Dios
es quien tiene de ellos compasión, misericordia. 9:13, 35-36.
f. Piden
que le rueguen a Dios que envié personas para poder hablarles de él.
g. Jesús
le da la autoridad al hombre. Mat 10:1-8.
En cuanto
al ministerio. Escoge a sus Discípulos. Los instruye. Para predicar a las
ovejas perdidas de Israel. Le da instrucciones. Le dice: lo que recibiste de
gracia, dad de gracia. Confiar en Dios. Mc 6:7-13; 13:9-13; Luc 9:1-6;
21:12-19.
También
les da autoridad:
a. Para
predicar.
b. Sanar
enfermo y toda dolencia.
c.
Resucitar muerto.
d. Echar
fuera demonios.
Por otra
parte, da paz al hombre. Mat 10:9-26; Lu 12.49-53; 14.26-27.
Sin
embargo, todos no creen en él. Cuando se cree en él, hay deserción en la casa,
por causa de él. Si reciben al mensajero de Dios, a Dios reciben. La discusión
sobre el tema de Jesús traerá deserción y separación familiar, pero también
unión familiar. Luc 12:51-53
Pero
debemos confiar porque él venció al mundo. Juan 16:33. Entre otras enseñanzas
dijo:
a. Hay
que temer a Dios. Lu 12:2-9.
b.
Confesar su nombre. Lu 12:8-9.
c.
Tendremos recompensa por creer en él. Y recibir a quien la envió. Mat 10:40-42;
Mc 9.41.
d.
Cuidarse de los falsos profetas. Mat 15:15.
2.1. La
naturaleza del hombre.
2.1.1. El corazón.
a. Hay un
mal pensamiento en el corazón. Mat 9:4; 15:19.
b. El
corazón del hombre se inclina de continuo al mal desde su juventud. Gen 8:21.
c. La
actuación del corazón debe ser regida por sus mandamientos. Sus mandamientos
descritos en su palabra. Luc 18:20, 22; Mat 22:37-40.
d. Hay
que guardar y enseñar sus mandamientos, sin quebrantarlos. Mat 5:19.
e. La
vida del hombre depende de guardar sus mandamientos. Mat 19:17-29.
f. La
manera de amar a Dios, es guardando sus mandamientos. Juan 14:15, 21.
g.
Guardar sus mandamientos es permanecer en Dios. Juan 15:10.
2.2. Su condición humana.
2.2.1.
Creado a la imagen de Dios. Gen 1:26.
2.2.2.
Los creó varón y hembra. Gen 1:27; Mar 10:6; Mat 19:4.
2.2.3. Su
ley humana. Gen 9:6. Su unión debe ser de sexo opuestos. Mat 19:4-5. No se unen
al mismo sexo. Lev 18:22, 20:13.
2.3. La obra de Jesús en el hombre.
2.3.1. Una nueva vida.
a. Es
cambiar todo el interior del hombre, el corazón o mente. Porque del corazón
sale todo lo malo. Hay que morir, para salir el nuevo ser, el nuevo hombre y
dar fruto. Mat 15:19, Mar 7:21, Luc 6:45, Jua 12:24.
b. Nacer
de nuevo, significa nacer del Espíritu de Dios. Ser una nueva criatura. Para
poder ver el reino de Dios. Jua 3:3-7.
c.
Separados de él nada podemos hacer. Debemos estar siempre creyendo a Jesús,
siguiendo a Jesús, amalgamado a Jesús. Jua 15:5.
d. Cuando
escuchamos sus palabras. Y creemos en él, nacemos del Espíritu, debemos
guardamos su palabra y Dios nos hace crecer y veremos su reino. Jua 3:6; 8:43,
51.
2.3.2. Sanidad.
a. Venían
de todas partes y eran sanados. Los ciegos veían, los mudos hablaban, el cojo
caminaba. Y todos fueron sanados por Jesús personalmente.
Después
de ascender al cielo. Su obra continúa, como fue escrito, en la profecía de
Isaías. Por sus llagas fuimos sanados. Y obras mayores se han hecho.
Porque
con la sombra de Pedro se sanaban los enfermos. No era la sombra que los
sanaba. Sino era el poder que salía de él, a través de Jesús. Y del Espíritu
Santo en él. Mat 15:31; Hech 5:15; Isa 53:5.
2.3.3. Reino.
a. Jesús
como hombre reinará en el reino de Dios. Y nosotros reinaremos con él sobre la
tierra, en su reino. Apoc 5:10. Y él reinará para siempre. Y su reino no tendrá
fin. Luc 1:33.
2.3.4. Jesús envía al Espíritu Santo.
Jesús es
quien envía la promesa dada por el Padre Dios a su pueblo. Esta promesa que le
fue dada al profeta Ezequiel y escrita en las escrituras. Ez 36:27. Jesús como
hombre anduvo en el poder del Espíritu Santo de Dios. Jesús detalla cómo se
recibe la promesa del Espíritu Santo.
1. Hay que pedirlo. Luc 11:13.
2. Es una promesa del Padre. Luc
24:49.
3. Hay que creer en la voz del
Espíritu Santo. Luc 2:27-30.
4. Sin blasfemar. La blasfemia
contra él no tiene perdón. Mar 3:29.
5. Nos guía a toda la verdad. Jua
16:13.
6. Da el poder para ser sus
testigos. He 1:8.
7. Redarguye de pecado, justicia
y juicio. Jua 16:8.
8. Enviado por el Padre, por
medio de Jesús, para glorificar a Jesús. Jua 11:4.
9. Es el consuelo. En los
momentos de debilidad, aflicción y difíciles. Jua 14:26.
10. Somos el templo de su
Espíritu. Está con nosotros, y hará morada en nosotros. Jua 2:19-21; 14:17.
E. Juicio.
Jesús
explicó a sus discípulos sobre los juicios. Entre algunos ejemplos:
a. Coloca como ejemplo a ciudades destruidas por juicio como Sodoma y
Gomorra. Para juzgar por su comportamiento a Israel y Judá. En su época eran
llamados judíos. Mat 10:15.
b. Otro ejemplo es: Tiro y Sidón. Y también Nínive. Este Juicio que
hará a las Naciones. Porque vieron los milagros, los prodigios que hizo Jesús y
no se arrepintieron. Luc 10:12-14, Mat 12:41.
c. Coloca también como ejemplo: a personajes importantes como la reina
de Saba. Para hacer juicio a los reyes, y gobernadores con respecto al valor
que se le da a Jesús y a su presencia en Jerusalén. Este juicio será a los
reyes y a las personas eminentes de un país o Nación. Luc 11:31.
d. Habló en su enseñanza de la forma como se hará el juicio a Israel.
Mat 5:21-22,28; 7:1-2. En la regeneración. Se sentará en su trono de gloria. Y
los discípulos también se sentarán sobre doce tronos, para juzgar a las 12
tribus de Israel. Mat 19:28. Será mejor detallado en la doctrina sobre los
juicios.
e. Por otro lado, juzgará a las personas de juicio por no creer en él,
sin involucrar las acciones del diablo sobre cada quién, ya que ha sido
juzgado. Juan 16:11.
F. Gracia.
Jesús les dijo a sus discípulos, cuando le da instrucciones de ir a
hacer la obra de él. De sanar, predicar, liberar. Que recibieron de gracias, y
tenían que dar de gracias. No se puede negociar, con lo que Dios ha dado,
porque no le ha costado nada. Mat 10:8.
En este sentido el evangelista Juan escribe: La ley vino por medio de
Moisés. Pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. Juan 1:17.
1. La Iglesia.
En esta
gracia y en esta verdad. Que es Jesús. A través del don de la gracia. Por medio
de la fe, se recibe y se sigue a Jesús. La iglesia se forma por todos aquellos
que siguen a Jesús. Y reciben el regalo de la salvación. La gracia. La
salvación que ejecutó Jesús. La salvación es librarse de los juicios de Dios.
a. Jesús
fundó su iglesia, sobre él. En él está la base, para construirla. La cabeza del
ángulo. Zac 10:4, Mat 21:42.
b.
Adquirida con su padecimiento corporal. Carga con el pecado. Luc 9:32; 22:15.
c. Lo
señala su pacto. Su sangre y su carne derramada para remisión. Mat 26:28. La
iglesia fue adquirida con su sangre inocente. Mat 27:4.
d. Su
iglesia manifiesta las señales a los que creen en su nombre. Su sanidad, su
liberación, entre otros aspectos. Mar 16:17-18.
e. La
iglesia, es la encargada de ser embajador ahora, aquí en la tierra de su reino.
Tiene que rogar por los obreros, para el trabajo de evangelización, y se
encarga de proclamar las buenas nuevas de salvación. Mat 9:37-38.
G. Justicia.
1. El pacto de Dios con Jesucristo.
1.1. El Bautismo.
En un nuevo comienzo, en una nueva vida, existe un bautizo. Para
señalar una renovación, un nacimiento. Jesús instituye al bautismo, como la
señal visible de seguirle a él. El bautismo se efectúa, después de haber creído
en él, de todo corazón como Mesías y redentor. Como Hijo de Dios. Hech 8:37.
Por tal razón, antes de comenzar Jesús su ministerio. Jesús comienza
su ministerio, bautizándose con el bautismo de Juan. El cual era para Justicia.
Aunque Jesús no necesitaba arrepentimiento. Él se bautizó con el
bautismo de arrepentimiento para Israel. Para dar ejemplo a su pueblo. Hech
13:24. Y así Jesús le dice a Juan, que conviene que cumplamos toda
justicia.
En este sentido el bautismo de Juan era para el pueblo de Israel, y
Judá, por arrepentimiento. Por no haber creído en las promesas hechas por Dios.
Y el Mesías ya estaba entre ellos.
Por otra parte, el bautismo en el Nombre de Jesús representaba, creer
en él, como Mesías y salvador. El bautismo representa morir con Cristo, y
sepultar el pecado. Resucitar con Cristo y vivir para Cristo. Como él resucitó
de los muertos. Nosotros vivamos en una vida nueva. Según señala el apóstol.
Rom 6:4-13; Colosense 2:12.
1.2. La Cena del Señor.
Jesús en la voluntad de Dios su Padre, cumplió con la justicia de
Dios, Porque Dios es Justo. Pero por no haberle creído a él. Él envió al
Espíritu Santo, para convencerlos de tres cosas, sumamente importante, entre
muchas cosas. Entre ellos de justicia. Jua 16:9-11.
En esta verdad, se considera de gran importancia, esta obra ejercida
en el corazón de su pueblo, y de la humanidad. Del Espíritu Santo. Que no es
otra cosa que Jesús en el hombre. A través del Espíritu del Padre y del Hijo.
Como él lo dijo: Tú en mí y yo en ellos. Jua 17:23.
En este sentido, convencer al hombre de justicia. Es saber que ya la
obra del Hijo, en la promesa. Había sido cumplida. A pesar de su pueblo Israel.
Dios cumplió su promesa de redención. Él está a su diestra del Padre.
Por esta razón, no volverá más para ser ejecutado en expiación. Sino
para gobernar como Rey de reyes. Y en su conocimiento, Jesús justificó a muchos
¿porque quien tenía este conocimiento de estas cosas? sino él. Isa 53:11.
En este sentido, la noche en que fue entregado para ser condenado a
muerte. Cena con sus discípulos, he instituido la segunda señal visible del
pacto. La representación de su muerte y sacrificio por el pecado de su pueblo.
Su cuerpo y su sangre. En los elementos del pan y el vino, que ya ellos
conocían lo que representaba. Jesús en este acto anunció su muerte y
resurrección. Luc 22:19-20.
H. Santidad.
Jesús dijo que él, se santificaba el mismo. Para que seamos
santificados en la verdad. Y rogó al Padre, que nos santificará en su verdad.
Su palabra es verdad. Juan 17:19,17.
Posteriormente los apóstoles aplicando esta palabra de Jesús. Nos
hablan de que somos santificados en él. Heb 10:10, 29.
Tomando en cuenta lo que estaba escrito en la ley y en los profetas,
que Dios nos santificará en él. Para que
seamos Santo como él es. Es a través de su sangre en sacrificio, que somos
santificados. Ex 29:21
En resumidas cuentas, Jesús nos santifica, en su obra. En la obra que
hizo en su cuerpo, de presentarlo ante Dios, libre de pecado, y obedeciendo la
voluntad de Dios, de entregar su vida en rescate de muchos. Marc 10:45; 14:24.
En este sentido Jesús se santifica, en el cuerpo humano, sujetándose a
Dios, como hombre, como humano. Siendo Dios. Para santificarnos en él. Y así
nosotros poder recibir a él Espíritu Santo. Siendo el mismo Espíritu Santo que
nos transmite su santificación. Tito 3:5.
I. Expiación.
De acuerdo con el ya mencionado concepto de expiación. Jesús tomó
nuestro lugar. El lugar que le corresponde a cada persona pagar. Por sus
pecados, rebeliones, iniquidades y desobediencia a la palabra dictaminada por
Dios.
En este aspecto, Dios especificó, en el libro de la ley. La forma y la
manera, como se tenía que realizar la expiación, cada año. Por cada persona.
Por la congregación de Israel. Por los sacerdotes. En el tabernáculo.
Pero este pacto profanado, e incumplido, Dios lo renueva. Y hace uno
nuevo con su Hijo Jesucristo. Representado por la oveja, el cordero ofrecido en
expiación. Este cordero, pasó a ser su Hijo, en este Nuevo Pacto.
En resumidas cuentas. Jesús su Hijo, si cumplió con el pacto hecho con
él. Y Dios lo entregó en expiación, por las rebeliones de su pueblo Israel.
Este pacto, hecho con su Hijo, y realizándose la expiación de su Hijo.
Este pacto justificó a muchos, según la profecía de Isaías. Y
confirmado por Jesús. En la noche que Cenó con sus discípulos y les dio a beber
el vino y el pan, como elementos, comparando su sangre y su cuerpo, entregado
en remisión por el pecado de su pueblo.
En esta verdad se fundamenta, la expiación. Que Jesús se entregó en
cuerpo y sangre a su pueblo. Para librarlos de la muerte eterna. Y darle una
nueva vida.
Esta expiación de Jesús. Implica que el sacrificio hecho por Jesús es
totalmente suficiente para librar a la persona, de todo lo que se le acusa de
culpable en el juicio de Dios. Entendiéndose todo lo escrito en la ley, los
mandamientos, ordenanzas y preceptos, que tenía que cumplir su pueblo. En el
primer pacto con Israel.
A pesar de que Dios no hizo pacto con los gentiles y el mundo. Hay un
juicio, por lo que el ser humano, debe comparecer ante Dios.
En consecuencia, de igual manera, toda persona que cree en Jesús es
espiada por la obra de Jesús. Porque él justificó a muchos.
Por otro lado, vino también a darle luz a los gentiles. Como eran
llamadas las gentes que no eran judías. Isa 9:1.
En la actualidad, la mayor creencia que existe es la cristiana. Ya sea
de la religión cristiana que se profese. Se llama cristiano, a todo aquel que
cree en Cristo. Como su redentor.
J. Sabiduría.
De acuerdo con lo anteriormente expuesto en la santificación. La
sabiduría de Dios es bastante amplia.
Pero hablando de la sabiduría de Dios, para ejecutar todo este plan de
salvación. Para redimir al hombre.
En este tema, es poco lo que podemos decir. Porque solo Dios en su
sabiduría pudo realizar esta salvación.
En su sabiduría planificó la creación del hombre. E le hizo una ayuda
idónea, a la mujer. No sin antes crearle
a esta familia, todos los recursos necesarios para subsistir.
En su sabiduría, hizo una creación para su Hijo. Aunque sabía que el
hombre no obedecería a sus designios. Por eso ideó todo este plan de redención.
Que ejecutaría su hijo.
Y en efecto así sucedió. La redención se hizo a través de su Hijo. En
esta sabiduría, comprendiendo lo admirable que ha sido. La entrego al hombre.
Pero ahora debemos creerle a él. A su Hijo. Para poderla obtener. Es
el requisito principal. Creer en su obra redentora. En la inmensa sabiduría de
Dios para redimir al hombre que había creado.
Por ende, ya no pertenecemos a nosotros sino a él. A su Hijo. A quien
le debemos la redención. Pero no podemos pagarle nada. Pues ese precio que el
pago es muy alto. Su vida por la de nosotros.
En este aspecto, Jesús nos dijo: Que la sabiduría es justificada por
todos sus hijos. Luc 7:35. Y la gente se maravillaba de la sabiduría de
Jesús. Mat 13:54.
K. Resurrección.
Dios el Padre, también habló en las escrituras, sobre la resurrección
de su Hijo. Se menciona en el profeta
Oseas y en Isaías. Ose 6:2
De igual forma Jesús anuncia que resucitará al tercer día. Mat 16:21.
Y en efecto resucitó. Y sus discípulos fueron sus testigos principales. Juan
2:21-22; Hech 2:32.
L. Glorificación.
Jesús fue glorificado por el pueblo. Luc 4:15. Y después de resucitar,
asciende al cielo para ser glorificado por el Padre Dios. Hech 3:13
Porque Jesús dejó claro, que él salió del Padre y volvería a él. Juan
16:28.
El profeta Isaías ya lo había anunciado. Que sería glorificado. Sería
exaltado y puesto en alto. Isa 52:13; 53:12.
1. Jesús anuncia su venida en gloria.
Jesús anunció antes de morir y resucitar los siguiente:
a. Vendrá
en una nube con poder y gran gloria. Luc 21:27.
b. Vendrá
con sus ángeles, en la gloria de su Padre. Y pagará a cada uno conforme a su
obra. Mat 16:27.
c. Las
tribus de la tierra lo verán y lamentarán. Mar 24:30.
1.1. Jesús y las bodas del cordero.
Jesús,
habló sobre unas bodas, en sus parábolas. Refirió con una figura literaria, era
el esposo de sus discípulos, que andaban con él. Mat 25:1-13, 9:15.
1.2. Jesús y el Milenio.
Jesús
habló del Milenio, en la revelación del Apocalipsis, al apóstol Juan. Apoc
20:2. Jesús habló de venir a su reino. Mat 16:28. Igualmente habló sobre, qué
comerán y beberán sus discípulos en su reino. Luc
22:30.
Por esta
razón, Jesús habla de su reino. Su reino no era de este mundo. Si su reino
fuese de este mundo como esperaban los judíos. Sus ángeles pelearían para no
ser entregado a los judíos. Juan 18:36.
Por otro
lado, habló sobre: Reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no
tendrá fin. Luc 1:33. En su reino no habrá personas que sirvan de tropiezo, ni
hagan iniquidad. Mat 13:41.
1.3. Jesús habla sobre los ángeles.
a. Los
ángeles, no se casan. Mat 22:30.
b. Son
servidores y mensajeros. Mat 24:31, Luc 2:9-14.
c. Sobre
el diablo, y sus ángeles. Hay ángeles que no son mensajeros de Dios, sino del
diablo. Mat 25:41.
d. Si un
ángel aparece, a anunciar su venida, no es mensajero de Dios, porque ellos no
saben ni el día, ni la hora cuando viene, solo el Padre. Mat 24:36.
e. Los
ángeles adoran y se alegran de que crean en su Hijo y se arrepientan los
humanos, de ser pecadores. Luc 15:7.
1.4. Jesús y el reino de los cielos.
Jesús
anuncia el reino de los cielos. Por parábolas. Entrarán los que se hacen como
niños. Y los niños. Es decir: Los que no andan con maldad. Mat 18:23, 22:2.
También,
los que perdonan, olvidan. Y creen de todo corazón. Mat 18:3, 19:14. Los
humildes serán los mayores en el reino. Mat 18:4
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